Por: Yarek Gayosso
Ahí donde el viento huele a sal, Isaac del Toro se subió por primera vez a una bicicleta. Ensenada, su
ciudad natal, no suele ser tierra de ruedas. El surf y el voleibol de playa son deportes que se practican
por su cercanía con el mar. Hay algo en esa ciudad del Pacífico mexicano que sigue marcando su ritmo en
cada pedaleada.
Isaac responde a esta entrevista exclusiva a Sports Illustrated México en el lugar donde transcurre su
vida: San Marino, un microestado de 61.2 km², enclavado en Italia. Marcará su reaparición en el Tour de
Austria después de recuperarse del desgaste físico y la montaña de emociones que significó comenzar como
gregario (ciclista de apoyo), liderar la carrera por once etapas y terminar como subcampeón del Giro de
Italia…todo a sus 21 años.
Desde temprana edad hay registros de sus fotos familiares donde luce un pequeño casco blanco y monta una
bicicleta. En otras, muestra con una sonrisa sus primeros trofeos estatales, muy lejos todavía de los
reflectores que hoy le acechan luego de la hazaña conquistada en el Viejo Continente.
Ángel —su hermano mayor— fue una de las primeras personas que le inspiró a subirse a una bicicleta. Desde
entonces cuenta que siempre tuvo instinto competidor, sentimiento que hasta hoy en día prevalece en cada
cosa que hace por pequeña que parezca. “Me ha gustado ser competitivo de la manera más correcta posible y
me gustaba desde chico”.
Su primer entrenador, José Ascensión Acevedo Castellanos —mejor conocido como El Chon—, recuerda que Isaac
no era el prototipo de ciclista a primera vista: era “chaparrito” para su edad, lejos del 1.80 metros que
hoy mide. Eso sí “atacaba”, “tenía estrategia” y “le daba recio”.
—¿Isaac, recuerdas tu primera bicicleta?
—Era una bicicleta negra. Me la dieron mis papás cuando era muy pequeño. No sé si se le puede llamar
bicicleta, era muy chiquita. Era especial decir que era mía. Seguramente pudo haber llegado en Navidad,
de cumpleaños o simplemente porque molesté mucho.
Como si aún la tuviera frente a él intenta medirla en el aire.




Una bicicleta dorada fue su compañera de aventuras con la que descubrió a los 7 años que pedalear también
podía ser un juego. “Esa bicicleta estuvo llena de diversión”, dice Isaac.
El Chon recuerda con precisión aquel modesto modelo: una rodada de 22 pulgadas de mil pesos. Cuenta con
orgullo que ahora Isaac vuela en el World Tour a bordo de una “nave espacial”: una bicicleta ligera,
electrónica y que parte desde los 15 mil dólares.


Su entrenador pasaba tres veces por semana para llevarlo en una inconfundible camioneta rotulada con el
nombre del equipo: Los pupilos de Chon. Pedalearon por caminos donde se levantaba el polvo con cada
rueda, realizaban paseos por terrenos irregulares o en pequeños charcos como si fueran grandes
aventuras, y al final para divertirse solían comer palomitas de maíz como premio a las pequeñas hazañas
sobre dos ruedas.
Isaac dice: “Era como si fuera mi cumpleaños…incluso mejor. Es de mis mejores días siendo niño”.
Con “El Werito” Ayala aprendió de técnica y se convirtió en un ciclista más habilidoso. Más adelante con
Alfredo "Freddy" Cruz entendió cómo competir con una visión más estratégica, como si viera su propia carrera
desde afuera, como si la analizara desde la televisión.
A los 15 años fue elegido como parte de un grupo de 100 ciclistas para concentrarse en Valle de Bravo en un
campamento organizado por A.R. Monex Pro Cycling Team. El objetivo del programa era detectar a los mejores
10 y llevarlos a competir a Europa al siguiente año.
Los hermanos Alejandro, Luis y Roberto Rodríguez se hicieron una pregunta: ¿Por qué México no tenía un
equipo de ciclistas prometedores como si los estaba desarrollando Colombia?. Entonces, tuvieron una idea
clara: fundar A.R. Monex Pro Cycling Team con el objetivo de detectar ciclistas talentosos mexicanos que
quisieran desarrollarse en el ciclismo europeo. El primer objetivo era: tener un mexicano compitiendo en 10
años, pero lo lograron solo en 6.
El proyecto inició con el apoyo de diversas fuentes de financiamiento, incluyendo el Efi Deporte, quien
aportó 18 millones de pesos y después buscaron a más patrocinadores que se unieran.






Antes de cruzar el Atlántico, las pruebas físicas a las que fue sometido arrojaron que, a sus 15 años,
Isaac tenía aptitudes físicas que lo separaban del resto. A diferencia de muchos jóvenes que se
desarrollaban con el tiempo y el entrenamiento, él destacaba desde niño por una cualidad que no se enseña:
su extraordinaria capacidad de consumo de oxígeno.
Sus niveles de VO₂ máx —la cantidad de oxígeno que el cuerpo puede procesar por minuto por kilogramo de
peso— se ubicaban en un porcentaje más alto de la población para su edad. Este valor, fundamental en los
deportes de resistencia, es uno de los mejores predictores del rendimiento de un atleta de élite. En otras
palabras, su cuerpo era capaz de absorber y utilizar oxígeno con una eficiencia digna de un ciclista
profesional… cuando apenas era un adolescente.
Además, Isaac realizó pruebas en un rodillo inteligente, un dispositivo que mide la potencia en watts que una persona puede sostener durante un tiempo determinado. Los resultados que obtuvo Isaac fueron sorprendentes debido a que correspondían a un ciclista de mayor edad y con más años de experiencia. Entonces, no se contaban con tantas referencias internacionales como ahora lo que hacía que sus niveles todavía fueran más destacados.
Isaac del Toro ganó el Tour de l'Avenir en 2023, se enfundó el maillot amarillo y se llevó todos los
maillots de líder: el verde en la clasificación por puntos, el maillot de lunares al mejor escalador y el
blanco al mejor ciclista joven sub-20. Hazaña comparada a la del estadounidense Greg Lemond, quien en 1982
consiguió tres de las cuatro camisetas.
Nairo Quintana, Greg Lemond, Laurent Fignon y Miguel Induráin también han ganado el maillot amarillo del
Tour de l'Avenir durante los 60 años de historia de la carrera.
Este logro le valió ser visto por el equipo más poderoso del mundo, UAE Team Emirates. Joxean Fernández
Matxin, director deportivo, lo vio correr por primera vez en Bélgica y desde ese momento captó su atención
no solo por su talento arriba de la bicicleta sino por sus valores positivos que demuestra como persona.
El directivo comparte que Isaac no tiene inconveniente en para trabajar para algún compañero y que asume con
liderazgo cuando le toca disputar para sí mismo. Y es lectura de una carrera una cualidad que destaca del
joven ciclista mexicano, que se convirtió en el primer mexicano en lograr un subcampeonato en el Giro de
Italia.
El equipo tiene un calendario y una planificación diseñada especialmente para Isaac, con el objetivo de
trasmitirle confianza y quitarle estrés durante las carreras. Con ayuda psicológica complementan este
enfoque, lo que permite a su corta edad, mantenga un rol importante dentro de la escuadra.
“Tenemos una psicóloga del equipo que trabaja con todos los corredores. Siempre hay contacto continuo,
siempre hay una conexión. Intentamos que se involucren en el día a día, en las costumbres, en lo que tienen
que comer, en el descanso, recuperación y hacer un poco una rutina para que en concreto uno sea algo
especial ni sea diferente sino en cada etapa hacer lo que sabemos que se hace bien”, explica
Joxean.
Es un ciclista que lleva un rol importante, sin lugar a dudas puede marcar una diferencia y puede ser un
referente no solo a nivel latinoamericano sino a nivel mundial. Se va a consolidar como uno de los mejores
ciclistas del mundo.


Isaac del Toro seguirá el mismo camino que sus compañeros de equipo y, hasta no cumplir los 25 años,
no
disputará dos Grandes Vueltas por temporada, con el objetivo de gestionar cuidadosamente su
desarrollo.
Desde el entorno del equipo explican que, tras un análisis cuidadoso del desempeño de Isaac en el
Giro,
buscan equilibrar su proyección con un ritmo de crecimiento adecuado.
Con UAE firmó un contrato de 800 mil euros anuales, al concretar el acuerdo, su agente Alex Carera incluyó la “cláusula Pogacar”, que consiste en que un ciclista triplique su salario después de un podio en una Gran Vuelta. Del Toro verá su sueldo incrementarse a 2.5 millones de euros anuales.
DISEÑO EDITORIAL Rodrigo Heredia / DISEÑO WEB Paula Carrillo / EDICIÓN DE VIDEO Y AUDIO Salvador Buendía / ANIMACIÓN Nayeli Araujo / EDICIÓN DE FOTOGRAFÍA Diego Alvarez Esquivel