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Todo parecía miel sobre hojuelas este miércoles en el Parque de los Príncipes, donde el Paris Saint Germain propinó una demoledora derrota al Dijon por la Fecha 21 de la Ligue 1. Sin embargo, en medio de la felicidad que el club parisino transmitía sobre el césped, la pelea entre Neymar y Edinson Cavani sumó un nuevo capítulo.

A pesar de que el encuentro acabó con 8-0 a favor del equipo dirigido por Unai Emery, en los últimos minutos resurgió la polémica entre el atacante brasileño y el artillero uruguayo. Corría el minuto 83 y el partido estaba 7-0 para el PSG. Neymar había marcado tres goles y Cavani solamente uno de esos. El delantero uruguayo había alcanzado a Zlatan Ibrahimovic (156 goles) y necesitaba otro más para convertirse en el máximo anotador en la historia del club parisino.

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El árbitro del encuentro Olivier Thual sancionó una falta contra el propio Cavani dentro del área del Dijon, el penalti era ideal para hacer historia. Pero eso no sucedería. Mientras que la afición local empezó a corear el nombre de Cavani para que se hiciese cargo de la ejecución y se quedase con el récord de goles, Neymar recogió el balón para ser él quien se encargue de lanzar la pena mñaxima. La ovación para Cavani se transformó en silbidos y abucheos, pero eso no cambió nada: el brasileño pateó, hizo el gol y puso el 8-0 definitivo.

Sorprendentemente el astro brasileño no celebró su acierto desde los 11 metros. Quizás fue una respuesta a la reprobación de la afición o simplemente un gesto hacia los pisoteados rivales. Y detrás, Cavani aplaudió con el rostro serio, para luego felicitar a su compañero con poca euforia.

Lo que está claro es que el casamiento entre afición y jugador está lejos de ser ideal, y esto, unido a supuesto interés de Florentino Pérez de hacerse con el brasileño este mismo verano para dar un golpe de autoridad en el mercado, pueden llevar a Neymar lejos de tierras parisinas.