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La tensión entre el zaguero azulgrana y el club perico no terminó al finalizar la contienda. Las últimas declaraciones de Gerard Piqué insisten en que el Espanyol no es de Barcelona  haciendo referencia a su presidente.

La tarde de domingo llevó a los equipos a coincidir de nuevo, en unas condiciones complicadas para jugar al fútbol por culpa de la lluvia. Los locales se adelantaron, pero el FC Barcelona logró empatar en los minutos finales gracias al mismo Piqué, quien celebró el gol mandando a callar a la afición, puesto que parte de ella se dirigió a su mujer y a su hijo en tono denigrante. Los jugadores pericos le recriminaron el gesto, terminando la contienda con mucha tensión.

Por si lo sucedido en el terreno de juego no era lo suficientemente mediático, el mismo zaguero siguió con sus declaraciones polémicas en zona mixta, donde afirmó: "Decir que el Espanyol es de Cornellà no es una falta de respeto, es una obviedad. El Espanyol está cada vez más desarraigado de Barcelona y tiene un presidente chino". También se acordó de la afición perica: "Se quejan de que diga esto y no investigan los insultos a mi familia. Mandar a callar era lo mínimo que podía hacer. Los jugadores tenemos responsabilidad, pero también somos personas y reaccionamos según lo que pasa".