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Sean Rigg es un jugador inglés que pertenecía al Newport Country. Su equipo se preparaba para abordar Wembley, y poder superar al Tottenham en el replay de la cuarta ronda de la FA Cup. Un partido importante en un escenario que muchos sueñan, pero pocos pueden estar presentes. 

El Newport calló por dos goles a cero, pero finalmente el jugador no saltó al campo. Michael Country, gerente del club, confirmó haber llegado a un acuerdo con el jugador para rescindir su contrato. Tras salir de la Segunda División inglesa se ha ido al Bath City, equipo de Conference South. Su motivo, querer dedicarse a su verdadera vocación: ser tatuador profesional.

"Le dije a Sean que quería que se quedara", declaró Flynn a Wales Online a través de FourFourTwo. "Tomó su decisión hace un tiempo que quería ir a tiempo parcial y seguir una carrera como tatuador". Reconoce que intentó que se quedase en el club para continuar su carrera. "Traté de cambiar su opinión, pero él es un muchacho inteligente y simplemente se desenamoró del juego. Él estaba pensando en el futuro y este es un momento ideal para que vaya y persiga su sueño de ser un artista del tatuaje".

El exfutbolista de 29 años había aparecido 16 veces en el terreno de juego. Ahora, comenzará una nueva etapa que espera que sea satisfactoria.