La estadística en la que Valverde supera a Guardiola
Ernesto Valverde llegaba al FC Barcelona rodeado de muchas dudas, se cuestionaba si daría la talla en un gigante de Europa. Después de todo, la camiseta del Athletic Bilbao no pesa como la del azulgrana y las interrogantes eran válidas.
Inició trastabillando con un equipo que no encontraba la vía, cae eliminado en Champions League por la Juventus de forma desagradable y pierde La Liga a manos de su archirrival Real Madrid.
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‘’No tiene la talla para ser DT del Barcelona’’, ‘’Se queda corto’’, "Solo durará seis meses", decían algunos.
Pierde a Neymar, sin banca, sufría por una floja defensa, contrata a Dembélé y se lesiona. Enfrentó desafíos y los superó hasta consolidar un equipo que está teniendo éxito en todas las competencias.
Todo el preámbulo anterior para aterrizar en los porcentajes de victorias en Barcelona en el primer año:
Josep Guardiola: 68%
Luis Enrique: 83%
Ernesto Valverde: 78%
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Sobran razones para tenerle miedo al blaugrana y creer que podría lograr el triplete. Defensivamente es otro gracias al repunte de sus defensas y arqueros, no encaja goles con tanta facilidad, sabe ganar de diferentes formas y es una máquina de goles.
Números hasta el momento en toda la temporada:
Partidos disputados: 36
Goles recibidos: 14
Goles anotados: 88
Clean sheets: 24
Números fríos que hablan más que las opiniones y hasta el momento, la gestión de Valverde debe silenciar a sus detractores, Lionel Messi imparable y un despliegue futbolístico espectacular los convierte en el rival a vencer.
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El mes de Febrero es crucial.
Título de Liga en la bolsa, jugará la final de Copa del Rey ante Sevilla y en Liga de Campeones enfrenta a un capa caída Chelsea. Resta manejar la recta final donde muchas veces se derrumban algunos clubes. Valverde sabe que necesita descansar futbolistas sin sacrificar resultados y funcionamiento, es allí cuando las incorporaciones de Paulinho, Coutinho, Yerry Mina y Ousmane Dembélé (sano) le agregan profundidad al plantel.
El domingo reciben al Getafe, partido que en teoría tendrían que resolver con tranquilidad pero muchas veces los equipos chicos dan golpes inesperados.
No cabe la menor duda que el estratega español necesitaba tiempo para trabajar con este brillante grupo de jugadores que le responden y devuelven la confianza en la cancha. Duro revés para aquellos que solo consideran técnicos mediáticos para titanes de este deporte.
