Skip to main content

Un manto de negativismo y de duda envuelve la contratación de Francisco Silva a Emelec. El periodismo no lo ve con buenos ojos y gran parte de la hinchada piensan que es la manzana podrida que dañará al grupo, pero muy lejos de eso yo pienso que Silva tendrá el mejor año de su vida en Emelec.

Aclaremos que el jugador llega a Emelec siendo jugador libre y sin previo arreglo como asquerosamente parte del periodismo aseguraba que el jugador había sido separado de Delfín por venderse previo a la final. Quedó más que comprobado, y dicho por Delfín a través de un comunicado que el jugador fue separado por meter a una mujer (novia) a la concentración DESPUÉS de la primera final. 

Silva llega al Bombillo no porque Emelec haya sido el causante de su contratación, el jugador llega al cuadro Millonario porque Delfín no supo recuperar a ese jugador ante su error y lo humilló públicamente y lo botó como a perro. Son estas circunstancias que permiten que se de una negociación a raíz de este evento. La nacionalización no la solicitó Emelec, la solicitó el jugador con Delfín a inicios del año pasado porque él juega en el fútbol ecuatoriano desde el 2014 y tiene esposa e hijas ecuatorianas.

Silva tiene condiciones para triunfar en Emelec, es un jugador rápido, va bien por arriba a pesar de no ser muy alto, se anticipa, tiene voz de mando por algo fue el capitán en Delfín, para mi es el segundo mejor central del Ecuador después de Guagua, pero no es eso lo que me garantiza que este jugador va a triunfar en Emelec, lo que me garantiza su triunfo en Emelec es la nueva oportunidad que le ha brindado Dios. 

Con el daño que Delfín le hizo, lo que se esperaba es que a este jugador no lo quiera ningún equipo y lo único que le quedaba es irse a su país a jugar en un equipo de segunda, pero como Dios es fiel y sus planes son perfectos, hoy se encuentra en el mejor equipo del fútbol Ecuatoriano, Emelec. Y toda esa humillación que pasó, la vergüenza que este jugador siente, va a hacer que su revancha sea implacable. 

Su amor propio va a salir a flote, tiene una jauría de gente hablando mal de él, pero eso va a hacer que doble fuerzas, que se aplique más, no sólo tiene el ánimo o la emoción de llegar al primer club grande de su carrera, sino que ese amor propio está en juego, su honra, su dolor, va a ser su fortaleza, por sus hijas, por su esposa, con los ojos puestos en Dios, el camino está trazado, su triunfo garantizado. Sólo puede ser una cosa de Dios que alguien que debería estar sin equipo, se encuentre en el mejor equipo del Ecuador y Dios no se equivoca.

5a81dd8e1d79cd5b3b000001.png

El jugador se separó de su esposa, empezó una nueva relación, su esposa luchó por su matrimonio y lo perdonó y hoy son un matrimonio restaurado en Dios, si un club no puede entender eso y te bota como a un perro, no merece que vistas sus colores. 

Por: @Jatobar75