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Cada vez que Messi termina siendo sustituido, el foco pasa del partido a los pasos del argentino yendo hacia el banquillo. Y él lo sabe. "Siempre que me toca ir al banco se forma revuelo porque no suelo ir. No me gusta estar fuera, me gusta participar, ayudar desde dentro, pero también entiendo que un año es largo y que cada día hay que cuidarse más porque cada vez son más duras las temporadas". Estas palabras las pronunció en el acto en cual recibió su cuarta Bota de Oro, en el mes de noviembre.

Sus palabras estaban precedidas por su suplencia en el partido de la Champions League ante la Juventus. La clasificación estaba casi asegurada, y el argentino no pisó el césped de Turín hasta el minuto 55. Aún sabiendo que se podrían dar los resultados para que el Barça terminase primero de grupo, la importancia del partido invitaba a su titularidad.

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Y no ha sido la única vez que no ha estado presente en los 90 minutos del partido. En el último partido de la fase de grupos ante el Sporting de Portugal, salió para la última media hora del encuentro. Tampoco ha jugado de manera completa los partidos ante el Espanyol en LaLiga y la vuelta de la Copa del Rey ante el Celta. Es más, ni siquiera fue convocado en la ida para viajar a Balaídos. 

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Ernesto Valverde y Messi ya tienen hablado que la estrella del equipo volverá al rol de suplente en futuros partidos de esta temporada. Ambos entienden que es lo idóneo. El objetivo es que llegue fresco a los partidos importantes: los últimos partidos de LaLiga, la final de la Copa y los partidos de las últimas fases de la Champions. Los siete puntos de ventaja que tiene el Barça respecto al Atleti pueden dar un respiro a Leo en esta competición. Podría descansar ante el Eibar, saliendo en la segunda parte según el resultado que se de en ese momento, o descansar completamente, de cara al partido ante el Chelsea. También podría descansar en partidos en los que sea titular y el resultado sea más que favorable. Y esta tónica se dará hasta final de temporada.

Hace unos años, estas rotaciones eran impensables. El jugador culé siempre quería disputar todos los partidos en todas las competiciones. Sin embargo, si por madurez o por empezar a notar su declive físico a sus 30 años, 31 en junio, ha cambiado de opinión. Además, sueña con el Mundial que se celebra en verano. Siendo quizá el último que juegue, quiere llegar en la mejor forma posible.