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Toda historia de amor tiene un trágico final. La de Arsène Wenger con el equipo más laureado del norte de Londres parece que está llegando a sus últimos días. El equipo no carbura y está teniendo una temporada desastrosa, acentuada en el inicio de este 2018, pese a las llegadas de jugadores como Mkhitaryan o Aubameyang. Esta semana ha sido desastrosa, los gunners salieron humillados contra el Manchester City en la final de la Carling Cup y en Premier, perdiendo 0-3 ambos partidos y hoy han caído por 2-1 en el campo del Brighton, equipo de la parte baja de la clasificación. Semana que solo es símbolo de un año para olvidar.

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Los gunners, con tan solo 29 jornadas disputadas, ocupan la sexta posición y se encuentran a 13 puntos de la cuarta plaza, que para colmo la ostenta su máximo rival, el Tottenham, un dato que duele en lo más dentro de sí a la hinchada del Emirates. Por si eso no fuera poco, en el preciso instante que se está escribiendo este artículo, el Manchester City, líder de la tabla, está ganando por 1 gol a 0 al Chelsea y se ha alejado del Arsenal todavía más, ¡tienen el título a 33 puntos! Es decir, este fin de semana, los de Wenger se están quedando sin opciones matemáticas de conquistar la Premier League.

Nunca antes desde que Wenger llegó al Arsenal de Highbury, aquel 1 de octubre de 1996 se habían encontrado en un puesto tan bajo en la tabla ni habían tenido solo 45 puntos. Además, no parece que puedan arreglar la temporada. Solo una difícil victoria en Europa League podría hacer sonreír a los londinenses, asegurándose así la clasificación para la Champions League.

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Varios ex jugadores del Arsenal como Ian Wright, al igual que rivales como Rio Ferdinand, se han visto incapaces de justificar la permanencia de Wenger en el club. Muchos aficionados tampoco se la explican pero ya pidieron su dimisión durante la temporada pasada y no lo consiguieron, a algunos les faltan fuerzas pero se siguen viendo pancartas pidiendo la cabeza del técnico. Puede ser el fin de una época, son muchos los rumores que apuntan a Arteta, segundo entrenador del Manchester City, como su sucesor. Wenger tiene poco más de dos meses para intentar solucionarlo.