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A espera de lo que se decida en el terreno de juego, el sorteo celebrado hoy para los cuartos de final de la Champions League ha sido afortunado para el conjunto catalán. Quizás la única pega es que le tocará jugar la vuelta en el Olímpico de Roma, estadio por otro lado de grato recuerdo ya que ahí se consiguió la tercera Copa de Europa, la del triplete.

Encuadrado en la tercera posición de la Serie A, a 18 puntos de la Juventus y sin opciones de hacerse con el título, la gran aspiración de la Roma en lo que queda de temporada es hacer un buen papel en Champions y confirmar su presencia la temporada que viene en la competición, tarea en la que no se debe descuidar ya que el Inter, quinto clasificado, no anda lejos. El primero de los objetivos se puede dar medio cumplido ya que hacía más de 10 años, desde la temporada 07/08, que los romanos no lograban el paso.


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Centrándonos en el equipo, la llegada de Monchi el pasado verano le dio al club una nueva planificación, más bien, un nuevo punto de partida, necesario tras la retirada del ídolo del club, Francesco Totti tras toda una vida en el equipo. La apuesta fue arriesgada, con muchas salidas, algunas importantes como la de Salah o Rudiger, pero también con un importante desembolso en jugadores que tanto le gustan al director deportivo español: no tan conocidos, baratos, de calidad y rendimiento. Jugadores como Pellegrini, Kolarov o Cengiz Ünder fueron las apuestas de Monchi que mejor rendimiento están dando.


Si Monchi es el cerebro en los despachos, el encargado de darle sentido al nuevo proyecto en el terreno de juego es Eusebio Di Francesco, que, tras su gran paso por el Sassuolo, coge por fin las riendas de un proyecto importante. Ex jugador de la Roma, entre sus méritos destaca haber colado al Sassuolo en Europa League. Se le fichó para hacer algo importante en Liga, llegar lejos en Europa y ganar la Coppa. La apuesta en principio está siendo acertada y su estilo ofensivo se está imponiendo, aunque conviene mantener la paciencia, el proyecto aún está en construcción y tanto Juventus como Roma están más asentados.


Pese a ser teóricamente inferior al Barça, merece tenerle en cuenta como rival duro. Su paso por la competición europea así lo aconseja después de dejar en la cuneta al Atlético de Madrid, con el que, por cierto, perdieron en el Calderón. Pasaron como primeros de grupo por delante del Chelsea, otro dato a tener en cuenta. En cuanto a enfrentamientos anteriores, el último data de la temporada 15-16, donde el Barça ganó por 6-1 en Barcelona y 1-1 en Italia.

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La estrella: Alisson. Resulta difícil destacar a un solo jugador, pero el portero brasileño se está saliendo en Champions League, siendo incluido alguna semana en el XI ideal de la jornada de Champions. En la ida, pese a la derrota, cuajó un gran encuentro y no son pocos los clubes que ya han pensado en él. No conviene olvidar a Ünder o Dzeko, revelación y principal artillero del equipo.