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El penalti señalado sobre Lucas Vázquez en el minuto 93 permitió al Real Madrid pasar a unas semifinales que estuvieron muy cerca de escaparse. De no haberlo anotado, se habría ido a una prórroga en la que, eso sí, los merengues habrían tenido superioridad numérica.

El envite de anoche estuvo a punto de dejar una remontada antológica por parte de la Vecchia Signora, tal y como hizo la Roma ante el FC Barcelona. La Juventus aterrizaba en el Santiago Bernabéu con un 0-3 en contra y logró igualar la eliminatoria en el minuto 61. Se llegó al tiempo de descuento con el mismo resultado que, si se hubiese mantenido, habría obligado a disputarse una prórroga. No obstante, en el minuto 93, el árbitro de área interpretó que Mehdi Benatia hizo penalti sobre Lucas Vázquez.

Los jugadores de la entidad bianconera protestaron dicha decisión con mucha efusividad, especialmente Gianluigi Buffon, que fue expulsado por sus protestas. Al mismo tiempo que recriminaban al colegiado dicha acción, comenzaron a intentar desconcentrar a un Cristiano Ronaldo que estaba lejos de ellos a nivel mental, muy centrado en lo decisivo que era aquél penalti.

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 Tras varios intentos de intentar provocar un mal estado del césped en el punto de penalti, los cuales fueron vistos por el mismo Lucas Vázquez y Marco Asensio, Cristiano convirtió la pena máxima que ponía el definitivo 1-3 en el marcador y permitía al Real Madrid pasar a semifinales. En la ronda previa al partido por el título se verá las caras con Roma, Liverpool o Bayern.