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El tiempo de descuento del primer tiempo de ayer dejó una acción antirreglamentaria por parte del brasileño, donde el balón que puso Joshua Kimmich impactó en su mano separada del cuerpo. Marcelo reconoció que era penalti.

El Real Madrid logró resistir el vendaval ofensivo bávaro y certificar su pase a la final, el cuarto en las últimas cinco temporadas y el tercero consecutivo. Para ello tuvo que sufrir en el partido de vuelta frente al Bayern, que con el 2-2 final y el 1-2 de la ida dejaba la eliminatoria con color blanco. El partido tuvo su dosis de polémica con una acción dudosa sobre Robert Lewandowski en el área por parte de Sergio Ramos y una clara mano de Marcelo. Sobre esta última, el lateral brasileño dijo:

“Sí, la pelota me pegó en la mano. ¿Fue penal? Sí ha pegado en mi mano, yo creo que sí. Pero ya saben que yo no hablo de los árbitros. Muchas veces los árbitros han fallado contra nosotros y ahora no puedo hablar del árbitro otra vez porque, cuando fallan en nuestra contra, yo no hablo. Es lo que hay. Si te digo que el balón no tocó mi mano, soy un mentiroso”.

De este modo, Marcelo reconoció el error del colegiado a su favor, algo que ocurre pocas veces en el mundo del fútbol. No obstante, tampoco se puede afirmar que fuera un gesto de fair play, como fue el caso de Miroslav Klose reconociendo una mano en directo que anulaba su tanto. El brasileño simplemente fue realista.