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El debate por Griezmann está más activo que nunca. Durante el último encuentro del Atlético de Madrid, Godín se acercó a la grada del Frente Atlético y le pidió aplausos para el francés, que les había dicho que se quiere quedar. Esto ha ocurrido cuando todos daban por hecho su vuelta al Barcelona. La situación ha dado un vuelco tremendo. El jugador del Atlético de Madrid lo comunicará antes del Mundial. De mientras, Ousmane Dembélé sigue muy atento el caso, la llegada de su compatriota podría suponer su salida del club.

Según informa Frances Aguilar en Mundo Deportivo, en el club existen opiniones muy diferentes sobre el futuro del extremo. Robert Fernández, director deportivo, es el principal valedor del jugador, afirma que ha terminado bien la campaña y que debe seguir, está creciendo junto a los culés.

El gran problema que tienen los contrarios al futbolista es que la cesión es casi inviable. De salir, debería ser a un equipo que compita por todo y ninguno de ellos se plantearía una cesión. Habría clubes dispuestos a ficharle pero siempre para tenerlo en propiedad, no están dispuestos a preparar estrellas para los blaugranas.

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El futbolista está ya concentrado con Francia y seguro que se acercará a su compañero para preguntarle por cuál es la decisión de su futuro. Él quiere quedarse pero tampoco en el ostracismo, es consciente que la llegada de le petit prince puede perjudicarle.