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Uno de los objetivos de Gianni Infantino como presidente de la FIFA es aumentar el número de selecciones que disputan el Mundial de 32 a 48 selecciones. La organización mundial del fútbol imitaría así a la UEFA, que aumentó los equipos de la Eurocopa y los resultados terminaron siendo sorprendentes y positivos para el aficionado. Sin embargo, el país en el que se celebrará el próximo Mundial, Qatar, no parece tener las dimensiones ni el acondicionamiento necesario para poder acoger a 48 equipos.

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La única solución posible para que la FIFA pueda abordar esta ampliación sería pasar a ser una candidatura conjunta. Es decir, que Qatar no albergara solo el Mundial, algo que solo ha pasado una vez en toda la historia, en el Mundial de Corea y Japón de 2002, aquel en el que España cayó en cuartos de final con un dudoso arbitraje. Los países que acompañarían a Qatar en el Mundial serían los Emiratos Árabes Unidos y Baréin. Hoy en día parece casi una utopía, pues las relaciones institucionales entre estos países no están pasando por sus mejores momentos.

La otra opción que sopesa Infantino es reservar su ampliación para el año 2026. Para ese Mundial se han presentado las candidaturas de Marruecos en solitario y de Estados Unidos, México y Canadá, en conjunto. Las dos candidaturas cuentan con la capacidad suficiente para acoger 80 partidos y a 16 selecciones más.