Skip to main content

Si bien Lionel Messi siempre admitió que su ídolo era Pablo Aimar y que trataba de imitar sus movimientos una vez que entraba a la cancha, la Pulga también tuvo otros referentes argentinos en sus inicios en el Barcelona, según confesó su primer agente, Josep Minguella.

El representante español revivió una anécdota del año 2003, cuando Juan Román Riquelme formaba parte del plantel Culé mientras el rosarino ya era observado por todos y marcado como la mayor promesa de La Masía.

"A veces Messi venía a casa cuando hacíamos alguna barbacoa. Recuerdo una en concreto a la que vinieron Riquelme, Rochemback, Motta y algún otro jugador. La hicimos una tarde-noche y aún puedo verle sentado en el fondo de una mesa desde donde miraba así, por debajo del pelo, a Riquelme. Lo observaba como si fuera Jesucristo Superstar. ¡Claro! Para él era el '10', jugaba en el primer equipo del Barça y era su gran ídolo. Pero solo lo miraba porque Leo era muy discreto y le tenías que sacar las palabras", confesó Minguella en Diario Sport.

Además, habló de la calidad humana del crack: "Creo que el Barça ha tenido doble suerte con este jugador, la hemos tenido todos los barcelonistas. Primero, por la calidad excepcional que tiene a nivel deportivo y segundo, porque después de tantos años que ha pasado en el Barça, no ha tenido nunca ni un solo problema extradeportivo. Está casado, con tres críos. Acaba el entrenamiento y desaparece", finalizó.