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Las Chivas lograron cortar la sequía de casi 10 meses sin lograr ganar en su inmueble en la Liga MX tras imponerse por la mínima diferencia al Necaxa en la Jornada 6 del torneo Apertura 2018.

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La afición del Rebaño Sagrado tuvo que esperar 12 encuentros para volver a celebrar una victoria en el Estadio Akron, ya que su último triunfo constaba del 28 de octubre de 2017 cuando derrotaron 3-1 a los Xolos de Tijuana, pero ¿a qué se debió que esta racha negativa se alargara tanto?

Los problemas extra cancha: adeudos de pagos, el caso Oswaldo Alanís y la mala relación entre la directiva y los futbolistas hizo que hubiera una ruptura en el vestuario y los jugadores no dieran el 100 % de sus capacidades durante los cotejos al no sentirse respaldado por los altos mandos del club.

Asimismo, la baja asistencia por parte de los seguidores del conjunto tapatío en los partidos como local, hizo que no pesara el coloso de Zapopan y los jugadores no sintieran el calor y apoyo de sus fanáticos en los momentos que más los necesitaban.

Por último, la escuadra de Guadalajara no sabía manejar los ritmos del juego, ya que durante el primer tiempo mostraba creatividad, velocidad y llegada al área rival, mientras que en la segunda parte todas estás cualidades iban disminuyendo, además de no saber mantener la ventaja en el marcador, pues faltando varios minutos para el silbatazo final se encerraban en defensa y olvidan atacar, lo que generalmente terminaba con un empate e inclusive la derrota.

Cabe destacar que los dirigidos por José Saturnino Cardozo sumaron su segunda victoria al hilo en el fútbol mexicano y se colocan el la décima posición con siete unidades.

La escuadra rojiblanca llega con el embrión anímico a tope para visitar a los Zorros de Atlas en el Clásico Tapatío el próximo viernes 24 de agosto, donde buscarán seguir sumando puntos y meterse a puestos de Liguilla, además de demostrar quien manda en en el Estado de Jalisco.