Vinicius y Rodrygo: ¿valía la pena gastar 90 millones de euros?

Ayer saltó la noticia de que el Real Madrid había vuelto a poner sus ojos en el mercado brasileño y podría intentar fichar al delantero Pedro Guilherme, del Fluminense, por un precio cercano a los 20 - 25 millones. Sería la tercera incorporación en poco más de un año desde la Serie A brasileña, después de los astronómicos fichajes de Vinicius y Rodrygo.

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De llegar, sería casi la mitad más barato y, encima, llegaría más hecho, habiendo disputado más minutos a nivel profesional e incluso con la llamada de Tite para jugar con Brasil, aunque, por ahora, no haya podido ir. Entonces, si el mercado brasileño ofrece alternativas así, ¿Por qué el Madrid se ha gastado tanto dinero en los otros dos? ¿Merece la pena haber soltado 90 millones en dos jugadores que no dejan de ser proyectos de cracks?

Nadie duda de la proyección que pueden tener estos dos jóvenes jugadores, pero el fútbol tiene la memoria muy a corto plazo y al final lo que cuenta son los resultados y los títulos y no los jugadores que formas, sino, que se lo digan a Arséne Wenger.

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En Brasil, y es el pensamiento de no pocos aficionados, se la han clavado al Madrid con estos dos fichajes. Vinicius, el primero en llegar, está jugando en el Castilla y Rodrygo, que aún no tiene 18 años siquiera, sigue en el Santos y por lo menos le queda todavía un año allí. Ninguno de los dos va a dar un rendimiento indispensable a corto plazo y casi que ni a medio plazo y al Madrid lo que le urgía es seguir ganando y cubrir el vacío dejado por Ronaldo con fichajes rimbombantes.

Bien es cierto que ambas operaciones se realizaron antes de la salida del portugués, pero también es verdad que éste venía demandando una mejora salarial de hace tiempo, dinero que habría hecho que se quedara en el club. Ahora los 90 millones están invertidos en dos proyectos de los que te puede salir el sucesor de Neymar, o lo mismo se convierten en Robinho 2.0.

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Al final las cuentas son claras y 90 + 117 millones (la venta de Ronaldo) dan dinero suficiente para traer a un crack o incluso, si pones algo más, para traer por ejemplo a Mbappé al Bernabéu, un jugador que ha demostrado, pese a su juventud, que va para crack mundial, para sucesor de Messi y Cristiano. Esperemos, por el bien del Madrid, que estas simples cábalas sean erróneas y en un futuro los dos sean dos de las estrellas del equipo blanco.