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Horas antes del trascendental partido de vuelta ante Gremio, Marcelo Gallardo, entrenador de River Plate, fue notificado por la CONMEBOL acerca de la sanción que le prohibía estar en el banco de suplentes junto a sus ayudantes para dirigir al equipo.

El Muñeco se vio obligado a observar el enfrentamiento desde un palco, y aunque estuvo siempre comunicado con Hernán Buján para brindar indicaciones, se vio en la necesidad de bajar en el entretiempo para dialogar con sus futbolistas, con el partido 0-1.

El director técnico sabía que estaba violando la regla, pero poco le importó: priorizó el hecho de poder compartir ese momento tan importante para todo entrenador con el objetivo de convencer a los jugadores para torcer la historia.

Lo más curioso ocurrió cuando Gallardo se retiró para observar el complemento.Apenas salió del vestuario, un oficial de la CONMEBOL lo estaba esperando para captar la imagen que registre su presencia allí.

Lejos de querer escaparse, el DT sorprendió con sus palabras: "Sacame la foto bien, vení vení, no te vayas…", esbozó, ante la inmediata escapada del dirigente.

"Gallardo, usted es un tramposo", gritó un periodista brasilero luego, pero ésta vez el Muñeco no contestó. Sí lo hizo luego del partido, con la clasificación en la mano, aunque lejos estuvo de arrepentirse por su accionar.

"Creo que es injusto que te quiten el derecho y la libertad de trabajo. Me tomé el atrevimiento de bajar y hablar con los jugadores porque creía que lo necesitaban y yo también lo necesitaba. Tal vez incumplí una regla de no tener que entrar al vestuario, pero la reconozco y la asumo. Era lo que yo sentía que tenía que hacer, no me arrepiento para nada", opinó.