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Santiago Solari vivirá hoy un partido trascendental que podría marcar su carrera en el banquillo del Real Madrid. El técnico argentino se juega la confianza del presidente Florentino Pérez para continuar hasta final de temporada o por el contrario seguir con su plan de buscar un nuevo entrenador que se haga cargo del primer equipo. 

Cuando el club merengue cesó a Julen Lopetegui y anunció a Solari como su sustituto dejó muy claro a través de un comunicado que el entrenador del Castilla llegaba con la etiqueta de "provisional" hasta que se encontrase un candidato con garantías y una carrera a sus espaldas que se hiciera cargo con el fin de dar la vuelta a la crisis de resultados que vive actualmente este equipo.

No obstante, Florentino consideraría quedarse finalmente con el técnico interino hasta final de temporada si los resultados acompañan al equipo en los próximos partidos, empezando por el de hoy ante el Valladolid, ya que el de Copa del Rey ante el Melilla no tiene tanta trascendencia al tratarse de un rival que juega actualmente en Segunda B.

En este sentido, Solari tiene en el Bernabéu la primera prueba de fuego en la que no sólo valdrá con ganar. Está claro que una derrota o un empate ante el recién ascendido supondría un nuevo fiasco y echaría al traste todas las posibilidades del argentino de convertirse en el nuevo 'Zidane'. Pero un triunfo tampoco le asegura el cargo. Lo que espera el madridismo y el presidente es una reacción por todo lo alto. Una victoria en la que el equipo merengue demuestre un cambio en el juego del equipo pero sobre todo un cambio de actitud.

Y es que muchos de los futbolistas han sido señalados por su poco desempeño en la presión o a la hora de defender y su desacierto en la portería contraria. Está claro que Lopetegui es un gran entrenador, pero su mensaje no caló en muchos de los miembros de la plantilla y en el Madrid ha quedado demostrado en años anteriores que lo que necesita es un técnico que sepa motivar a un grupo de jugadores que ya lo ha ganado prácticamente todo y hacer que remen en la misma dirección poniendo por delante los intereses del grupo.

Por el momento a Solari sólo le hemos visto en la Copa del Rey pero ya ha dado un pasito que ha gustado a algunos pesos pesados. Y es el de llevar de nuevo a Pintus a tener más protagonismo a la hora de poner en forma a los jugadores. Muchos de los futbolistas consideran que el preparador fue una de las claves de todos los éxitos del Madrid en la 'era Zidane'.

A los hinchas merengues también parece que les ha gustado el mensaje público de Solari. "Iremos a Melilla a jugar con dos coj****", dijo el argentino antes de disputar su primer encuentro. Eso es precisamente lo que consideran muchos madridistas que le falta a este equipo. Pero al que tiene que convencer realmente es al presidente, cuya confianza sólo se ganará a través de buenos resultados y todo pasa por el partido de hoy ante el Valladolid.