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El fútbol actual nos sorprende día a día con la aparición de jóvenes promesas que le compiten de igual a igual a los experimentados y demuestran que son muy necesarios. Un plantel ideal debe estar conformado por jugadores con trayectoria mezclados con los que recién se inician.

Sin embargo, un hecho histórico y fuera de lo común ocurrió ayer en el clásico de Paraguay entre Cerro Porteño y Olimpia, ya que contó con la presencia de Fernando Ovelar, un chico de apenas 14 años, 9 meses y 27 días. 


El pibe disputó su segundo partido en Primera con la camiseta del Ciclón y no sólo tuvo un gran rendimiento, sino que además se dio el lujo de marcar un gol para convertirse en el futbolista más joven en hacerlo, en toda la historia del torneo guaraní.


Ovelar fue el responsable de abrir el marcador con una definición espectacular por encima del arquero rival, en un partido que terminó 2 a 2 y con mucha polémica. 

El "Mita-í", como lo apodan, es el segundo futbolista más joven en marcar en una liga de Primera División: el armenio Armen Ghazaryan lo hizo en un Shirak-Lori en 2002, con 14 años y 215 días. Un hecho histórico y que dará que hablar por mucho tiempo.