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El FC Barcelona pasa por un buen momento en este tramo de la temporada y el responsable tiene nombre y apellido, Ernesto Valverde. El entrenador, que era cuestionado por su toma de decisiones, es ahora el artífice del mejor Barcelona, que es claro aspirante a todos los títulos.

Tras lo ocurrido el año pasado con la eliminación en la Champions a manos de la Roma, la directiva del equipo culé y los medios no veían a Valverde capacitado para dar la talla en las grandes citas. Se achacó sobre todo su falta de autoridad en los cambios, que a menudo llegaban tarde cuando el equipo ya estaba muerto y era imposible reaccionar.

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Tras un verano lleno de incorporaciones, Valverde contó por fin con un gran fondo de armario donde poder elegir su sistema de rotaciones, la llegada de Malcom, Vidal y Lenglet fueron refuerzos de primer orden mundial que darían al Barça más solvencia en los meses de competición. Pero la temporada no comenzó con buenos resultados, el equipo no llegaba a carburar y los nuevos fichajes como Vidal no entraban en juego, mera decisión del Txingurri. Todo el mundo cuestionaba este tipo de decisiones pero solamente había que tener paciencia y creerle que las incorporaciones tenían un "por que" y no eran un capricho.

Uno de los casos a destacar es el de Malcom. El brasileño, que llegó tras una polémica con la Roma, apenas había disputado minutos en Liga, sin oportunidad de rendir. Incluso, hubo quienes aseguraron que atravesaba un fuerte malestar y que se iría en enero. Nadie entendía que estaba haciendo con él y todos los aficionados culés lo hacían afuera del equipo. Valverde vio el momento indicado de ponerlo y el jugador no desaprovechó su oportunidad. Gol del brasilero (y de Valverde) en Milán.

La lesión de Messi es la dificultad más grande a las que se enfrentó Valverde. El jugador, que venía salvando al equipo en sus malos rendimientos, se lesionó y todos esperaban una caída en el nivel de juego del equipo. Frente a todas las predicciones y fiel a su silencioso estilo, el míster fue cauto e hizo caso omiso a las presiones que le llegaban de fuera, demostrando dentro del campo que toda la afición estaba equivocada

Esperó su momento adecuado y, ante las críticas de un juego que no convencía a la afición por los resultados en Liga, terminó con resultados favorables el encuentro contra el Sevilla, Rayo Vallecano e Inter. El Clásico frente al Real Madrid es un capítulo aparte: el Barça tuvo un juego fiel al estilo "Tiki Taka" de Iniesta y Xavi y se impuso al eterno rival con mucha categoría. 

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Si hablamos del Barcelona es imposible imaginarse el equipo sin la presencia de Arthur. Sí, una super estrella que hasta hace unos meses era un apellido desconocido para todos. Hoy el mundo entero lo conoce y lo quiere en su sus equipos. No hay que sacarle créditos al brasileño, que ganó la Libertadores con el Gremio de Porto Alegre demostrando un gran nivel, pero el entrenador culé lo vio desde lejos y entendió que era clave para su equipo. Así fue, logró emular a un Xavi ausente hace mucho tiempo y volvió a darnos a todos la sensación de que el ADN Barça está volviendo.

El Barcelona es ahora el equipo que Valverde tenía en mente desde hace mucho tiempo. Cuando el Barcelona rinde y juega bien se ve que el plan es magnífico y que el equipo es prácticamente imparable. Solamente había que tener paciencia. Ahora a los aficionados culés les queda solo relajarse y disfrutar.