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El FC Barcelona salvó un punto de su visita al Wanda Metropolitano en un partido en el que el Atlético se adelantó primero con un gol de Diego Costa. Los blaugranas reaccionaron bien y consiguieron el empate gracias a un tanto de Dembélé. Un encuentro en el que los de Valverde volvieron a demostrar que no están en su mejor nivel, y realizaron un juego demasiado discreto. No merecieron perder pero tampoco llevarse los tres puntos.

LO BUENO: La presión sin balón del Barça

Es de lo mejor que tiene el Barça en estos momentos. Herencia de la etapa de Luis Enrique, Valverde ha continuado con esta premisa y es lo que minimiza las ocasiones del rival. Y es que al Atlético de Madrid le costó muchísimo salir de su campo y armar una contra en condiciones, ya que inmediatamente todos los jugadores blaugranas se dejaron la piel nada más perder el balón para recuperarlo con una presión intensa y sobre todo muy coordinada en la que participan todos los futbolistas.

LO MALO: Juego demasiado lento, sin ideas en los metros finales y demasiada fragilidad defensiva

El conjunto visitante abusó de un juego lento en el centro del campo y en los metros finales se quedó sin ideas, consecuencia de la buena colocación del rival y de lo refugiada que estaba la defensa del Atlético. Hubo poco movimiento en ataque y tan sólo Luis Suárez lo intentó por su cuenta en varias ocasiones sin acierto.

El Barça no concedió mucho, pero tampoco generó ocasiones pese a jugar con todo arriba. Sin embargo, a poco que llegaron los locales al área contraria generaron mucho peligro en la portería de Ter Stegen y acabaron anotando en su primer tiro a puerta, que fue un cabezazo de Diego Costa a la salida de un córner. El hispano-brasileño llegó sólo y remató a placer a gol.

LO FEO: Messi estuvo desacertado y desaparecido durante muchos minutos

Se esperaba mucho más de los jugadores blaugranas pero sobre todo de Leo Messi, que una vez más no fue con su selección y descansó para estar en óptimas condiciones. Pero el argentino apareció en ocasiones contadas y y cuando lo hizo estuvo muy desacertado. Perdió balones, no generó ocasiones con sus habituales conducciones y desde la pelota parada que es su especialidad no logró conectar un sólo tiro bueno entre los tres palos. Tan sólo pudo maquillar un poco su actuación con una asistencia en los minutos finales.