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Isco Alarcón está atravesando momentos complicados en el Real Madrid. El centrocampista malagueño ha visto cómo el nuevo entrenador, Santiago Solari, no cuenta con él. Por el momento desde que está el argentino no ha sido titular en ningún partido e incluso en un encuentro tan importante como el de la Roma en Champions, en el que el Madrid se jugaba el liderato del grupo, se quedó en la grada.

Quién iba a decir que una apendicitis iba a ser el detonante de todo lo que le está pasando al malagueño. Isco estuvo un mes de baja y cuando regresó ya no tenía sitio. Solari achacó sus ausencias en el once por entonces a una falta de forma física tras la lesión. Pero lo cierto es que ya han pasado varias semanas y sigue sin tener una oportunidad desde el inicio.

Sobre el jugador se ha dicho de todo. Que está gordo, que no entrena con la suficiente intensidad, que tiene falta de actitud y que ha faltado al respeto a su entrenador. Un caso bastante similar al de Dembélé en el FC Barcelona. El francés también fue muy criticado por su actitud dentro y fuera del terreno de juego e incluso fue castigado tras saltarse un entrenamiento y avisar de unos supuestos problemas estomacales una hora después. Sin embargo, los 'palos' que ha recibido parecen haberle abierto los ojos y lleva ya dos partidos seguidos mostrando un nivel muy alto. 

En cambio, Isco por ahora parece que no consigue salir de ese agujero negro en el que se ha metido. Y es que para que el jugador pueda cuajar una actuación completa, no basta con jugar los últimos 10 o 15 minutos. El futbolista necesita coger confianza en sí mismo y eso se consigue con minutos en el terreno de juego.

Pese a todo, esta es una situación que no es nueva para Isco. Con Ancelotti y Zidane en el banquillo también se especuló mucho en temporadas anteriores y el de Arroyo de la Miel acabó revirtiendo la situación y siendo muy importante para los títulos europeos de su equipo, por lo que hay que confiar en que esta situación se resolverá.

Lo único que podría preocupar es que el jugador se canse de luchar y de nadar a contracorriente después de vivir prácticamente cada temporada lo mismo una y otra vez. Una situación que podría acabar con un traspaso a un rival como el Manchester City o la Juventus. Esperemos que no sea así y que Isco reaccione. Y es que, aunque Solari no se quiera dar cuenta por ahora, el Madrid necesita a Isco y el jugador necesita al Madrid.