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Después de una década del duopolio de Leo Messi y de Cristiano Ronaldo el Balón de Oro tiene nuevo dueño. Y no, no fue Neymar quien ascendió a los altares del fútbol como muchos vaticinaban sino un Luka Modric que en París cerró un año 2018 para el recuerdo. Campeón de Europa con su club por tercera vez consecutiva y subcampeón del mundo con su selección en Rusia, siendo el motor en ambos equipos, es la tercera vez este año que el croata supera en un premio individual al jugador del Barcelona y al que fuese su compañero en el Real Madrid.

Modric es un jugador de fantasía y ha cerrado uno de sus mejores años, cierto, pero eso no quiere decir que sea el mejor del mundo, ese puesto está reservado para Don Leo Messi. El argentino cerró la temporada conquistando LaLiga y la Copa del Rey, siendo el Pichichi del torneo local y con su quinta Bota de Oro en el bolsillo. Pero Messi nos tiene tan mal acostumbrados a hacer cosas extraordinarias sobre el terreno de juego que parece que sus méritos son menos valiosos. Si el crack argentino no deja en cada partido a seis rivales con la cintura rota o clava una falta por toda la escuadra, es como si ya no hubiera aparecido, pero Messi sigue haciendo cosas increíbles cada fin de semana y le ha dado tanto a este deporte que dejarle al margen es algo tan extraño como imperdonable.

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Y no es que Modric no sea un digno ganador, pero en un galardón en el que se premia al mejor futbolista del mundo no debería haber ningún tipo de duda sobre quién tiene que ser el vencedor. Y todavía es más incomprensible que el argentino quedase en quinta posición, la peor desde el año 2007 cuando Ricardo Kaká se alzaba con el preciado galardón. Si el mejor jugador del mundo ni siquiera está en el podio del premio más importante para un futbolista a nivel individual, evidentemente el fútbol está cada vez más desvirtuado. Una fiesta del fútbol sin Messi, no es fiesta.

El crack argentino ya tiene sus cinco Balones de Oro y quizá todavía le caiga alguno más, pero él tampoco necesita un premio para saber que es el mejor jugador del mundo. Y aunque momentáneamente haya cedido su testigo y otros jugadores se sienten en su mesa por una noche, el trono del fútbol mundial lleva su nombre y sus apellidos y eso es algo que nadie le podrá quitar. Modric es el jugador del momento, pero Messi historia y leyenda de este deporte.

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