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Matías Firpo es uno de los responsables de la agresión que sufrió el autobus de Boca Juniors antes de la final de vuelta de la Copa Libertadores y que terminó en la suspensión del encuentro que ahora se jugará en Madrid. El barra brava salió libre luego de declarar ante la policía y posteriormente dio una entrevista al canal argentino TN acerca de los incidentes.

Firpo se mostró arrepentido de lo que hizo, asegurando que fue un impulso, por el mismo por el que fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión en suspenso, luego de un breve juicio donde reconoció su culpa.

"Voy a la cancha con amigos y familia. Fue un momento en el que no supe controlar un impulso, del cual me arrepiento porque sé que estuve mal. No soy de hacer ese tipo de cosas, me duele mucho haber pasado por ese momento", manifestó.

El hincha reconoció que "hubo errores de todos lados" y que la organización del evento dejó mucho que desear.

"Siempre entro por Quinteros y la policía había cortado la calle. Se estaba juntando mucha gente ahí, porque no dejaban pasar a nadie. Nunca pensamos que iban a hacer doblar al micro por ahí y cuando llegó fue todo un desastre", sentenció.