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“Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación”, escribió Charles Dickensen Historia de dos ciudades. Una oración que parece describir la situación de O. Dembélé en el FC Barcelona. El atacante azulgrana parece vivir en una paradoja dickensiana. 

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El '11' culé estuvo muy activo en el derbi ante el Espanyol, tanto en defensa como en ataque. Pero después de su agradable actuación redondeada con un gol y una asistencia en Cornellà, fue desagradable en otro entrenamiento convocado por Ernesto Valverde. El francés volvió a hacer tarde en una sesión de recuperación realizada en la Ciudad Deportiva del Barça. Ante este acto, el técnico del FC Barcelona, según publica el diario As, no quiso hablar con el joven galo. "No soy una niñera para ir detrás de nadie", exteriorizó Valverde. 

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El Txingurri habla en las convocatorias y en los partidos. La última vez que Dembélé se ausentó en un entrenamiento, el técnico extremeño lo hizo desaparecer en el partido de liga ante el Betis. Capaz de hacer lo mejor y lo peor en cuestión de días, el '11' culé parece haber caído en la indiferencia de Valverde. Veremos si el preparador del FC Barcelona exterioriza sus pensamientos en la rueda de prensa previa al Barça-Tottenham de Champions. 

Las actuaciones del extremo francés sobre el campo son esperanza para Valverde, que parece entrar en un estado de desesperación cuando el galo falla en los entrenamientos. Pero una desesperación que se torna en pasotismo en cuanto a palabras. Ahora Dembélé tendrá que esperar a la próxima convocatoria para ver el estado de ánimo de su técnico; la luz o las tinieblas le esperan.