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Pese a todos los logros que ha conseguido Mourinho en toda su carrera deportiva, lo cierto es que no suele acabar bien en ninguno de los equipos, ni siquiera con el Chelsea, con dos abruptas salidas en 2007 y 2015. Los únicos sitios de donde salió bien fueron del Oporto y el Inter, y lo hizo con la Champions bajo el brazo.

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Pero se da la coincidencia de que las tres últimas aventuras del luso han acabado de un modo demasiado traumático, y en las tres el verdugo ha sido el mismo: Jürgen Klopp. El técnico alemán, con tres victorias sonrojantes, se ha encargado de dejar en el paro a Mourinho.


La primera de todas es bastante conocida. El Madrid visitaba el Signa Iduna Park en semifinales de la Champions y aquel encuentro acabó con victoria germana por 4-1, con Lewandowski pletórico marcando cuatro goles. Aquel año se dejó bastante patente que la relación de Mourinho con los pesos pesados del equipo estaba muy deteriorada, pero la conquista en la Champions habría salvado la temporada. Sin embargo, la derrota contra el equipo entrenado por Klopp terminó por certificar la salida de Mourinho del Madrid.


Apenas dos años y medio después, en la tercera temporada de Mourinho con el Chelsea, y siendo además vigente campeón de la Premier League, el Liverpool, que también andaba mal y acababa de contratar al técnico alemán, asaltó Stanford Bridge y ganaron a los blues por 1-3, con goles de Coutinho (2) y Benteke. Mourinho no fue despedido ese día, pero su periplo duró poco más y le acabaron enseñando la puerta de salida.

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La última ha sido este fin de semana, también contra el Liverpool de Klopp, y curiosamente, también en la tercera temporada. El escenario esta vez fue Anfield y el resultado final fue de 3-1. Solo dos días después, con el equipo a 19 puntos del liderato y sexto en la tabla, el Manchester ha decidido despedir al portugués.