Está prohibido dar por muerto al Real Madrid
El Real Madrid se encuentra en un momento complicado de la temporada, especialmente en LaLiga, ocupando el cuarto lugar de la tabla. No obstante, sigue vivo en la Copa del Rey y la Liga de Campeones, pese a que no invite a creer en la posibilidad de alzar la cuarta consecutiva. Veremos motivos por los que darle por muerto y otros por los que no hacerlo.
El conjunto merengue viene de cosechar grandes resultados en competición europea durante el último lustro, habiendo logrado levantar el título en cuatro de las últimas cinco campañas y agrandando su leyenda como club que más veces se ha hecho con la misma. En todas ellas tuvo importancia Zinedine Zidane, como segundo de Carlo Ancelotti en la primera y como técnico principal en las siguientes, del mismo modo que Cristiano Ronaldo vestido de corto.
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A día de hoy, ni el entrenador galo ni el ariete portugués siguen en la capital española. Esto ha supuesto una mala etapa por el momento, con un Julen Lopetegui destituido y un Santiago Solari que no termina de dar con la tecla para levantar cabeza. Viendo el contexto actual, ¿hay que dar por muerto al Real Madrid como candidato a algún título en esta temporada? Lo vemos a continuación.
Existen motivos por los que sí que habría que hacerlo. El más evidente es el factor Cristiano, que estando mejor o peor siempre apareció para resolver partidos que no se estaban dominando. Cabe destacar los números a 17 de enero en las cuatro campañas donde los blancos terminaron ganado la Liga de Campeones, con las siguientes participaciones directas en goles: 39 (30+9), 37 (27+10), 24 (18+6) y 17 (14+3), empezando por 2013-14 y siguiendo por las tres últimas. Estas cifras son inalcanzables si valoramos las dos primeras, pero se pueden comparar con un Karim Benzema que acumula 18 (12+6) o un Gareth Bale que alcanza 15 (10+5) en el actual ejercicio. Entre ellos y un buen Vinícius Júnior (7 asistencias) deberán repartirse el protagonismo para encontrar portería o un compañero que pueda hacerlo.
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También puede hacerse porque el registro de goles a favor en la fase de grupos ha sido el más discreto si lo ponemos al lado de los cuatro en los que se terminó ganando la competición, con 12 tantos. En el apartado de los encajados mejor, pero el grupo era bastante flojo y el último encuentro dejó un sabor muy agridulce (0-3 ante el CSKA de Moscú). También es más bajo en LaLiga, con 28 anotados. Del mismo modo, los encajados (24) son la peor marca de las cinco en el torneo doméstico.
La comparación más válida, en cuanto a situación delicada, es la del ejercicio anterior. Por estas fechas, el Real Madrid estaba a 16 puntos del líder en liga, mientras que ahora se encuentra a 10 unidades. También se veían partidos donde sus estrellas no aparecían y donde el ritmo bajo y el poco desequilibrio estaban presentes. Tienen 2 puntos menos que en la primera vuelta de la campaña 2017-18, lo cual no dista tanto del momento actual.
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Ese es el principal motivo para creer que la disciplina merengue no debe darse nunca por muerta. Desde la Casa Blanca son conscientes de que el título más importante a nivel de clubes es la Liga de Campeones, por lo que la distancia en el ámbito doméstico no es ningún problema y caer eliminados en Copa del Rey (los dos últimos cursos en cuartos y en el anterior en dieciseisavos por alineación indebida) tampoco supone ningún pudor.
Si hay un equipo con capacidad de renacer y de revertir situaciones adversas es el Real Madrid, capaz de ganar partidos donde no ha producido juego de gran nivel e incluso ha llegado a ser inferior al rival en alguno de ellos. El primer asalto para La Decimocuarta será ante el Ajax de Ámsterdam, una de las revelaciones de la edición actual. El 13 de febrero se citarán en Holanda, mientras que la eliminatoria será resuelta en España el 5 de marzo.
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