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El Atlético de Madrid cayó por segunda vez consecutiva esta semana, esta vez en Liga y ante un Athletic que aprovechó al máximo sus ocasiones. Los de Simeone tiraron la primera parte y en la segunda no supieron meter mano a un equipo muy bien colocado atrás. Con esa derrota, el Real Madrid se acerca a dos puntos en la lucha por el segundo puesto de LaLiga.

LO BUENO: La actitud del equipo en la segunda parte

Tras una primera parte en la que el Atlético ofreció muy poco, los jugadores rojiblancos reaccionaron bien tras el descanso y dominaron en la segunda parte. Se vio un equipo muy distinto, mandando en el partido y teniendo mucho más peso en el juego. Los de Simeone dominaron durante muchos minutos aunque finalmente acabaron encajando un gol inoportuno cuando mejor estaban sobre el terreno de juego.

LO MALO: Muy poca producción ofensiva

Hoy Simeone salió al campo por primera vez con Griezmann, Morata y Diego Costa juntos como titulares, por lo que había expectación por ver la asociación de los tres delanteros. Pero lo cierto fue que el experimento se tornó en desastre. Y es que de los tres, el único que realmente estuvo en su posición fue Morata. Diego Costa en el costado izquierdo y Griezmann en el derecho estuvieron incómodos durante todo el partido y sobre todo demasiado pendientes de ayudar en defensa a sus compañeros.

La poca libertad de los de arriba y la inferioridad en el centro del campo hizo que los del 'Cholo' produjesen muy pocas ocasiones. En el primer tiempo Herrerín no tuvo que intervenir en ninguna jugada y el primer tiro a puerta se produjo en el minuto 68 de partido.

LO FEO: Partido trabado y demasiado juego por arriba

El encuentro entre estos dos equipos no fue muy espectacular para el espectador neutral. Ambos equipos abusaron de los balones en largo con hombres arriba como Raúl García en el caso de los locales o Morata y Costa en el caso de los visitantes para buscar la segunda jugada. Un choque lleno de tensión y con dos equipos muy parecidos, tan bien colocados que fue difícil encontrar un espacio en la defensa. Además, el ritmo de juego fue en algunos ratos demasiado lento, lo que perjudicó el dinamismo.