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Uno de los sucesos que más revuelo ha generado tanto en los periódicos como en las redes en la última semana ha sido los cánticos racistas que se escucharon en el partido entre el Cagliari y la Juventus de Turín del pasado martes. Los bianconeros se impusieron por dos goles a cero, con los tantos de Moise Kean y Leonardo Bonucci, los grandes protagonistas estos días tras lo acontecido en el Sardegna Arena.

El primero de ellos fue el centro de la mayoría de abucheos y gritos de la afición local, que se dedicó a pitarle cada vez que recibía la pelota durante gran parte de su participación en el encuentro. El segundo estuvo desacertado en unas declaraciones posteriores al partido al  señalar: "Creo que la culpa es compartida al 50%, porque Moise no debería haber hecho lo que hizo, y la Curva no debería haber reaccionado como lo hizo".

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El joven delantero no fue el único que recibió este tipo de cánticos pues su compañero Blaise Matuidi también tuvo que escuchar comentarios sobre su color de piel. El futbolista francés ya sufrió este mismo trato la pasada campaña en el mismo estadio y ni en aquella ocasión ni en esta habrá sanción para el club.

El Juez Deportivo de la Serie A ha decidido que los cánticos racistas queden sin castigo y la propia liga se ha encargado de hacerlo oficial en su web, donde también han apuntado que se realizará una "investigación adicional" en busca de más pruebas para decidir "de forma neutral si dichos cánticos fueron objeto de discriminación racial hacia los futbolistas y qué dimensión y percepción real han tenido los mismos".

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La Gazzetta dello Sport, el diario deportivo líder en Italia, se hacía eco de unos rumores esta semana y señalaba que el informe de los inspectores de la Federación Italiana de Fútbol hablaría de "cuarenta o cincuenta personas abucheando a Kean, y en respuesta a las provocaciones del delantero turinés". Sin embargo, la decisión final sobre la sanción, o no, al Cagliari se conocerá a lo largo de esta semana.

El otro nombre de la semana fue el del central italiano y capitán de la Juventus de Turín, que se retractó de sus palabras y pidió disculpas por no dejar muy claro lo que realmente quería decir. Este no es el único acto racista que hemos vivido últimamente en el mundo del fútbol pues Sterling, Hudson-Odoi y Rose también lo sufrieron hace no mucho con Inglaterra.

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Ante esto las voces críticas han crecido y Lilian Thuram ha sido el más contundente: "Todos dicen que la próxima vez el partido será suspendido, pero nunca pasa. Los jugadores que no sufren racismo deben ser comprensivos con sus compañeros. Deben entender que cuando un jugador sufre tal violencia, que afecta a millones de personas, no se puede seguir así. No se puede jugar. Pero el fútbol es un negocio, así que las instituciones no harán nada". El exfutbolista 'juventino' también cargó contra Bonucci afirmando que "Todos los negros deberían hacer frente a personas como Bonucci".