Lo bueno, lo malo y lo feo del triunfo del FC Barcelona sobre el Manchester United (3-0)
El conjunto azulgrana ha sellado su pase a semifinales de Liga de Campeones después de aguantar el arreón inicial y de saber convertir sus oportunidades. Philippe Coutinho se ha reivindicado con un gran gol. Se espera rival, que saldrá del Liverpool-Porto.
LO BUENO: Capacidad de reacción local
Como mencionamos, el dominio en los primeros compases ha sido del Manchester United. Un balón al larguero de Marcus Rashford y una acción de peligro no culminada por Scott McTominay, que ha errado en el control, han avisado a los de Ernesto Valverde de que la eliminatoria estaba abierta. No obstante, el FC Barcelona ha podido dormir el encuentro bajando sus pulsaciones y aprovechando sus intentos ofensivos. Lionel Messi (15'), tras un gran caño y un posterior disparo ajustado, un error garrafal de David de Gea (19') y un tiro imparable de Philippe Coutinho (61') han convertido a los de la Ciudad Condal en semifinalistas.
PAU BARRENA/GettyImages
LO MALO: Falta de efectividad visitante
Los red devils han tenido la opción de devolver los fantasmas del pasado al equipo azulgrana, que no había pasado de cuartos de final en sus tres últimas participaciones en la máxima competición continental. Ni Marcus Rashford ni Scott McTominay han conseguido meter el miedo en el cuerpo de los locales, que han tardado 10' en establecer un ritmo más pausado y acorde a su voluntad. La efectividad del argentino y el fallo del cancerbero visitante ya han dibujado un camino donde el brasileño ha puesto la guinda.
LO FEO: Lukaku jugando 18'
Sabiendo que el Manchester United necesitaba marcar para igualar la eliminatoria, incluso anotar dos tantos para ponerse por delante, ha sorprendido que el delantero belga empezase el envite en el banquillo, con Marcus Rashford y Anthony Martial jugando arriba y Jesse Lingard llegando desde la media punta. Ya con 2-0 entre los 15 y 19 minutos, Ole Gunnar Solskjaer ha decidido seguir con Romelu Lukaku en el banquillo, optando por darle entrada en el minuto 72. Los red devils llevaban mucho rato sin inquietar la meta de Marc-André Ter Stegen por entonces, entrando en un momento donde la probabilidad de remontar era remota.
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