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Si pensabas que lo habías visto todo en el fútbol argentino, te aseguramos que estás equivocado: como reclamo a las polémicas decisiones del árbitro Adrián Franklin, quien expulsó a dos de sus futbolistas en el primer tiempo, San Jorge de Tucumán decidió hacer una sentada en pleno campo de juego y abandonar el partido ante Alvarado de Mar del Plata.

Pongámoslo en contexto: se jugaba la final de vuelta del Federal A, que otorgaba un cupo para la próxima B Nacional. En el partido de ida disputado en Tucumán habían igualado sin goles, y en el desquite los marplatenses se imponían por la mínima.

Sin embargo, cuando apenas comenzaba el complemento los jugadores de la visita tomaron la increíble e innovadora decisión de sentarse en la cancha para luego abandonar el encuentro. ¿Por qué situación puntual lo hicieron?

En primer lugar, por la temprana expulsión al central David Valdez, ya que entendían que no ameritaba la roja. Luego llegó el gol de Emiliano López, totalmente lícito, pero el reiterado pedido de offside por parte de los futbolistas de San Jorge hizo que Franklin eche a Maximiliano Guardia: en total fueron dos rojas y seis amarillas en un tiempo.

"Se cagan en el trabajo nuestro. Laburamos todo un año para que nos hagan esto. Es increíble esto. No puede hacer esto, es un robo. Esta decisión es por bronca, porque no nos pueden robar de esta manera. No queremos salir a jugar, no podemos salir a jugar con este tipo, que no puede seguir dirigiendo. Es algo que decidimos en el vestuario", expresó el propio Guardia en pleno campo de juego. 

A pesar de la atípica situación, tanto los fanáticos como los jugadores de Alvarado esperaron el pitazo final del juez para desatar la locura del festejo, que se extenderá hasta altas horas de la noche. ¿Qué opinión te merece lo acontecido?