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Dudas en la Casa de Blanca. En el coliseo del Real Madrid, el Santiago Bernabéu, debaten sobre quién debe ser el nuevo centrocampista que dirija e imponga su ley en el centro del campo. Paul Pogba parece la primera opción. El francés es el deseado por Zidane; un jugador de músculo y técnica, un box to box con el físico de un pivote y la calidad de un mediapunta. La otra opción para reforzar el centro del campo es Van de Beek. El chico en la sombra del Ajax, un futbolista elegante y con gran cualidad técnica. Tal vez un futbolista que no debería borrar el azul de su camiseta, pues tiene un estilo mucho más Barça. El Santiago Bernabéu lo sabe y Florentino no debería dudar: Pogba y su poderío son lo que necesita el Real Madrid. Zidane puede sonreír.

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Paul Pogba es ese jugador que todo el mundo conoce, del que todo el mundo habla. El francés se harta de escuchar que está sobrevalorado y que este ha sido su único partido bueno. Algo que es habitual escuchar como mínimo una vez al más. Pogba gustará al madridismo. El Santiago Bernabéu siempre se ha vanagloriado de mandar en España y el centrocampista del Manchester United impondría su autoridad en el campo. Con Paul tendrían una dictadura sonriente. El jugador oprimiría al rival, pero a la vez haría soñar a todo hincha de los blancos con su visión de juego, sus disparos y sus pisados. Arte sobre la dictadura, poder enfrascado en una sonrisa que perdura. El gran pero del galo es su alto precio. Los red devils siguen queriendo tener el poder diabólico de Pogba en su club y no le dejarán salir de cualquier forma.

Van de Beek representa todo lo contrario al francés. El centrocampista, sin querer hacer demasiado ruido, fue el futbolista más nombrado en todos los partidos del Ajax. Desde la sombra, él aparecía en cada jugada. Como aquel amigo elegante que sabe cuando debe marcharse de tu lado en una fiesta y cuando aparecer: lo hace sin hacer ruido y siempre en el momento adecuado. Así cortaba todos los balones. Además, cuando los recibía sabía darla con la elegancia particular de los neerlandeses. Un futbolista que a muchos recuerda a Sergio Busquets en sus mejores tiempos, y puede que sea su gran problema. Su estilo recuerda mucho más al gran rival de los madridistas que al que gusta y prolifera en el Santiago Bernabéu.

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El Real Madrid debe decidir. Debe haber cumbre en la casa blanca. Tienen que elegir entre el poder de Pogba o la revolución artística de Van de Beek. El primero ha de ser la opción de Florentino. Es la opción de Zizou y el técnico se ha ganado el respeto de todos. Además, es el jugador perfecto para el Real Madrid, combina potencia con técnica y disparo, los tres grandes requisitos para entusiasmar al madridismo. Pogba es la nueva sonrisa del Bernabeú... mientras Van de Beek espera en la sombra una nueva oportunidad. Él siempre está donde debe.

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