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En la previa de los cuartos de final de la Copa América, los equipos siguen entrenando para llegar de la manera posible y tanto Argentina como Uruguay entrenaron en el predio de Fluminense.

El equipo brasileño demostró ser buen anfitrión y le regaló a todos los jugadores argentinos y uruguayos, así como también a los entrenadores, una camiseta de Fluminense personalizada con los apellidos en la espalda.

Además de ser una brillante estrategia de marketing, ya que grandes figuras del fútbol mundial posaron con la camiseta del Flu, sirvió para que hayan grandes críticas por las diferentes reacciones de los planteles.

Mientras los argentinos agradecieron tímidamente por el regalo que recibieron, los uruguayos fueron mucho más afectuosos y se los vio más efusivos ante la situación. Se vieron más abrazos, sonrisas y muestras de respeto.

Los jugadores argentinos fueron blanco de críticas en las redes sociales y la comparación fue fatal. "A diferencia de los uruguayos, que daban un apretón de manos y abrazos, los argentinos un simple gracias y no todos", fue una de las comparaciones. "Interesante ver como los uruguayos fueron más educados que los argentinos", afirmó otro. Lo cierto es que se causó un revuelo que nadie de Fluminense esperaba y generó comentarios de todo tipo