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Luego de mucha especulación entorno a cuál sería el destino final de Giovani Dos Santos, el mexicano terminó firmando un contrato con el América, club que siempre admiró desde pequeño y donde, al parecer, siempre tuvo la ilusión de jugar en algún momento de su carrera.

La realidad es que la oportunidad que se le presenta al hermano mayor de los Dos Santos (dado que para los de Coapa es un golpe mucho más mediático que futbolístico basado en su desempeño reciente), es aquella que sabe debe de aprovechar para demostrar que aún tiene ese nivel del que alguna vez dio destellos. 

Por diferentes motivos, tanto de fútbol como extra cancha, Gío no llegó a ser esa súper estrella que todos esperábamos, pero sus actuaciones con la selección principalmente, fueron bastante buenas. Ahora el canterano de Barcelona tiene la obligación de callar bocas y ganarse el puesto en uno de los equipos más completos de la Liga MX

Para Giovani, jugar en México representa una presión que no ha sentido en ningún otro lado por lo que la afición espera de él y la poca tolerancia que seguramente se le tendrá, además de hacerlo en el América, hecho que sólo aumenta la tensión que él debe de utilizar como motor para salir adelante. 

Gio llega para callar bocas, para mostrar que esa capacidad futbolística que muchas veces enseñó sigue viva y para resurgir como futbolista con la esperanza puesta en volver a ser un elemento y un referente del Tri, pero para lograrlo tendrá que demostrar madurez y personalidad, pues ponerse a ritmo y despuntar entre tanto talento después de casi un año sin actividad puede ser el desafío más difícil para Dos Santos en este momento de su carrera.