Aaron Rodgers y los Steelers: cómo construyeron confianza y firmaron un acuerdo

Desde un Chevy Malibu entrando por una puerta trasera hasta relaciones con antiguos coordinadores ofensivos, así fue como Pittsburgh consiguió a su nuevo mariscal de campo.
La llegada de Aaron Rodgers a los Steelers se dio de una forma muy meticulosa.
La llegada de Aaron Rodgers a los Steelers se dio de una forma muy meticulosa. / Mike Ehrmann/Getty Images

Los Pittsburgh Steelers y Aaron Rodgers estuvieron en sintonía desde el principio. Y tal vez la mejor prueba de ello sea el nivel de discreción con el que organizaron su primera visita a las instalaciones del equipo, el 21 de marzo, una entrada silenciosa digna de un futuro miembro del Salón de la Fama.

A comienzos de la temporada baja, los Steelers estaban renovando los campos de entrenamiento detrás de su sede. Durante el día, solían dejar una de las puertas traseras abiertas para que los camiones con césped pudieran entrar y salir con facilidad mientras continuaban los trabajos. Para evitar que alguien se enterara de la visita o que hubiera algún avistamiento fortuito de Rodgers, el equipo le pidió que entrara por esa puerta trasera y accediera al edificio a través de una entrada secundaria.

Lo que no sabían era que Rodgers llevaría el acto de pasar desapercibido a otro nivel. En lugar de llegar en un servicio privado —como una Tahoe o una Escalade negra—, él mismo condujo desde el aeropuerto en un Chevy Malibu blanco, del tipo que podrías ver cien veces en cualquier lote de alquiler de Hertz.

Una semana después, la directiva de los Steelers partió rumbo a las reuniones de propietarios en Florida con todo listo, salvo un contrato firmado, y con un altísimo nivel de confianza en que Rodgers estaba a punto de llegar.

Durante los últimos tres meses ha habido mucha especulación y ansiedad sobre si Rodgers dejaría plantados a los Steelers en el último momento. Sobre si su actitud de superioridad se estaba haciendo evidente al no firmar en marzo, abril o mayo. Sobre cómo una franquicia tan orgullosa estaba poniendo su situación con el mariscal de campo en una posición tan precaria: ¿sería Rodgers... o nada?

La realidad era más simple. Lo anterior era solo un ejemplo del nivel de confianza que los Steelers y Rodgers lograron establecer. Rodgers tenía asuntos personales que atender. Los Steelers estaban dispuestos a esperar, sabiendo cuál sería la recompensa. Ninguna de las dos partes se dejó llevar por la especulación, la histeria ni las proyecciones que surgieron mientras la situación parecía estancada e irresuelta durante tres meses.

¿Quieres algo de realidad?

• El nombre de Rodgers surgió por primera vez cuando los Steelers comenzaron sus evaluaciones de fin de temporada. Pittsburgh había decidido dejar atrás a Russell Wilson. Aunque querían seguir trabajando con Justin Fields, sabían que si otro equipo estaba dispuesto a darle el rol de titular, sería difícil retenerlo. Así que discutieron las opciones: Aaron Rodgers, Matthew Stafford, Kirk Cousins y Daniel Jones.

• Su análisis de Rodgers reveló más de lo que ellos mismos esperaban. Al comienzo de la temporada 2024, la lesión en el tendón de Aquiles, seguida de un problema en el muslo, claramente lo limitó. Pero con el paso del tiempo —aun cuando los Jets estaban teniendo dificultades— los Steelers vieron cómo Rodgers volvía a su nivel habitual. En el partido de Halloween contra los Texans, hizo varios lanzamientos espectaculares hacia el hombro exterior. Jugó bien en ambos partidos contra los Dolphins. Y en la Semana 16 contra los Jaguars, Pittsburgh vio al Rodgers de siempre, destacándose especialmente con un pase de touchdown en los minutos finales a Davante Adams que les dio la ventaja.

• Los Steelers hicieron contacto con los Rams por Stafford, pero nunca creyeron que él realmente aceptaría salir de Los Ángeles. Hicieron lo mismo con los Falcons por Cousins. Mientras tanto, mantuvieron el diálogo con el entorno de Fields, ya que los Jets le ofrecieron $20 millones al año y la promesa de ser su titular indiscutido. Para ese entonces, los Steelers ya estaban en conversaciones con Rodgers, quien también había despertado el interés de los Giants.

• La visita fue organizada principalmente para que todos pudieran conocerse: la confianza era clave para Rodgers, y reunirse cara a cara fue un esfuerzo por establecer esa base. Aun así, Rodgers aprovechó el tiempo para hablar de fútbol con el entrenador Mike Tomlin y el coordinador ofensivo Arthur Smith. Los Steelers también se dieron cuenta de que Rodgers mantenía relaciones sólidas dentro de la organización de los Jets —con el copropietario Christopher Johnson, el presidente Hymie Elhai y el entrenador Robert Saleh—, lo que demostraba que la idea de que todo era un desastre para él en Nueva York estaba bastante exagerada.

• A partir de ahí, ambas partes acordaron mantenerse en contacto. No se establecieron reuniones periódicas, pero Rodgers llamaba de vez en cuando a Tomlin y a Smith, lo cual explica por qué los Steelers nunca estuvieron realmente preocupados de que Rodgers se echara atrás.

• Mientras tanto, a medida que avanzaba el programa de temporada baja, Mike Tomlin se mostró disciplinado al mantener públicamente el enfoque en los jugadores que ya estaban en el edificio, trabajando con Mason Rudolph y, después del draft, con Will Howard en la sala de mariscales de campo. Pero tras bambalinas, Arthur Smith y los entrenadores ofensivos estaban profundizando en el pasado de Rodgers, de la misma manera que lo hicieron el año anterior con Wilson y Fields, con el objetivo de comenzar a construir la estructura de una ofensiva diseñada para resaltar las fortalezas de Rodgers.

• Algo que ayudó mucho fue la relación de Smith con dos de los tres entrenadores que más recientemente llamaron las jugadas para Rodgers: Matt LaFleur en Green Bay y Todd Downing en Nueva York. Ambos fueron compañeros de staff de Smith en los Titans, y sus evaluaciones coincidieron en describir a Rodgers como un mariscal con una brillantez futbolística excepcional. También encajaba muy bien la flexibilidad del sistema ofensivo de Smith, quien ha diseñado jugadas para distintos estilos de mariscales de campo como Marcus Mariota, Ryan Tannehill, Matt Ryan, Desmond Ridder y, el año pasado, Wilson y Fields.

• A partir de ahí, los entrenadores ofensivos comenzaron a identificar qué conceptos funcionarían mejor para Rodgers, sabiendo que podían incorporar algunos elementos del tiempo de Smith en Atlanta para darle más libertad al mariscal en la línea de golpeo, aprovechando su ya mencionado coeficiente intelectual futbolístico. Muchas de esas herramientas ya estaban sobre la mesa el año pasado para Fields y Wilson, así que existe una base sólida sobre la cual todo el grupo ofensivo puede construir mientras lleva el sistema a otro nivel.

• Los Steelers recibieron confirmación oficial a principios de la semana pasada de que Rodgers llegaría a firmar su contrato al final de la semana, y lo mantuvieron en secreto mientras el resto del equipo completaba tres días de OTAs. Los términos del acuerdo, de hecho, se habían pactado desde mediados de marzo; lo único que quedaba por resolver entre el gerente general Omar Khan y el agente David Dunn eran algunos aspectos estructurales y detalles secundarios del contrato.

• El contrato por un año es por $13.85 millones, con $10 millones garantizados y otros $5.85 millones en incentivos. Rodgers llegó el sábado por la mañana para firmarlo, y a partir de ahí él y Smith se sumergieron inmediatamente en el libro de jugadas, revisando cosas que los Steelers ya habían preparado anticipando su llegada, junto con algunos elementos históricos del esquema de Smith y cómo encajaban con las experiencias de Rodgers.

Que todo esto se mantuviera en silencio es, de hecho, un testimonio de la confianza que los Steelers y Rodgers construyeron en tan poco tiempo. Y ahora, el martes, se revelará todo para que todos lo vean. El equipo le dijo al mariscal que encontrará un grupo hambriento que trabajará duro por él y lo seguirá, y finalmente podrá verlo de primera mano, y viceversa. Esto también ocurrirá con grandes expectativas y bajo el foco mediático intensificado, mientras Pittsburgh le da a T.J. Watt, Minkah Fitzpatrick, Cam Heyward y el resto de su núcleo la mejor oportunidad para perseguir el Trofeo Lombardi.

Al final, está bastante claro que esto es un intento a lo grande, sin medias tintas.

Será divertido ver si Khan, Tomlin y compañía logran conectar en esta jugada.

¿Tú qué piensas? ¿Crees que les va a salir bien?

Publicado originalmente en www.sportsillustrated.com el 09/06/2025, traducido al español para SI México.


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Albert Breer
ALBERT BREER

Albert Breer is a senior writer covering the NFL for Sports Illustrated, delivering the biggest stories and breaking news from across the league. He has been on the NFL beat since 2005 and joined SI in 2016. Breer began his career covering the New England Patriots for the MetroWest Daily News and the Boston Herald from 2005 to '07, then covered the Dallas Cowboys for the Dallas Morning News from 2007 to '08. He worked for The Sporting News from 2008 to '09 before returning to Massachusetts as The Boston Globe's national NFL writer in 2009. From 2010 to 2016, Breer served as a national reporter for NFL Network. In addition to his work at Sports Illustrated, Breer regularly appears on NBC Sports Boston, 98.5 The Sports Hub in Boston, FS1 with Colin Cowherd, The Rich Eisen Show and The Dan Patrick Show.  A 2002 graduate of Ohio State, Breer lives near Boston with his wife, a cardiac ICU nurse at Boston Children's Hospital, and their three children.