Thanksgiving y la NFL: cómo el futbol americano se volvió tradición familiar

Cada Día de Acción de Gracias, el aroma del pavo se mezcla con el sonido del kickoff: Detroit y Dallas se convierten en templos del futbol americano, y millones de estadounidenses siguen una tradición que va más allá de la comida. Lo que empezó como una estrategia de promoción en 1934 se transformó en un ritual nacional, donde historia, espectáculo y negocios se entrelazan en un solo feriado.
Dallas fue el segundo equipo que se sumó a la tradición de jugar en día de Acción de Gracias, el primero fue Detroit.
Dallas fue el segundo equipo que se sumó a la tradición de jugar en día de Acción de Gracias, el primero fue Detroit. / Stacy Revere/Getty Images

El Día de Acción de Gracias llega y el país vuelve a dividirse el día entre la mesa y la televisión. La NFL se convierte en parte del ritual familiar desde temprano, cuando el olor del pavo se mezcla con el sonido del kickoff. Thanksgiving ya no se entiende sin futbol americano y la liga demuestra cada año que este feriado es mucho más que un triple cartel: es una construcción histórica que mezcla identidad, negocio y memoria colectiva.

La tradición toma forma en 1934, cuando los Detroit Lions buscan una manera de destacar en una ciudad enamorada del béisbol. Su dueño, George A. Richards, entiende que la visibilidad lo es todo y decide jugar el feriado para captar atención nacional. Richards controla una cadena de radio y utiliza ese poder para transmitir el partido en todo el país. El resultado es inmediato: el estadio se llena, los Lions ganan notoriedad y la NFL descubre que Thanksgiving puede convertirse en la ventana perfecta para atraer nuevos aficionados. Detroit queda marcado para siempre como el anfitrión original del feriado.

Treinta años después, en 1966, la liga busca ampliar la tradición y ofrece un segundo juego en Thanksgiving. Lo que casi nadie recuerda es que varios equipos rechazan la fecha, incluido Green Bay, por temor a que el horario afecte la asistencia. Los Dallas Cowboys, un equipo aún joven en ese entonces, deciden aceptar. La apuesta se vuelve parte esencial de su identidad. El rating se dispara, el país responde y Dallas queda ligado al feriado para siempre. Desde ese día, Thanksgiving presenta dos pilares fijos: Detroit por la mañana y Dallas por la tarde.

El impacto cultural crece con el tiempo, pero también lo hace el impacto económico. Thanksgiving se transforma en uno de los días con mayor audiencia del calendario deportivo estadounidense. Las cadenas compiten por los derechos, los patrocinadores pagan cifras enormes y la NFL aprovecha la oportunidad para consolidar su dominio televisivo. La liga entiende que la tradición genera conversación nacional, consumo y una presencia mediática que pocas fechas pueden igualar.

Por eso, en 2006, la NFL decide agregar un tercer partido nocturno. La intención es clara: convertir el feriado en una maratón completa de futbol americano. Ese juego rota cada año y permite que nuevas franquicias vivan la experiencia de participar en una de las vitrinas más poderosas de la liga. Con ese cambio, Thanksgiving pasa de ser un día con dos duelos tradicionales a convertirse en un evento que cubre todo el horario familiar.

El atractivo del día no depende del nivel de los equipos. Detroit y Dallas no siempre llegan como contendientes, pero la tradición les garantiza un escenario que ningún otro conjunto posee. Los Lions representan la historia; los Cowboys simbolizan el espectáculo; el juego nocturno aporta frescura y balance. Juntos construyen un día que lleva décadas incrustado en la cultura estadounidense.

Hoy, Thanksgiving es más que un feriado: es un símbolo. Es el momento en que el país se reúne, come, convive y mira la NFL casi por obligación emocional. Es la fecha en la que la liga presume su capacidad para convertir el deporte en ritual y el ritual en espectáculo. Y es también la prueba de que la historia, cuando encuentra a la televisión y al marketing, puede convertirse en tradición nacional.


Published |Modified
Álvaro Piñeirua
ÁLVARO PIÑEIRUA

Redactor en Sports Illustrated México.