Ohtani, ponchado por un electricista y ahora por un catcher

El ponche del catcher suplente de los Altéticos, Jhonny Pereda, a Shohei Ohtani, evocó inevitablemente aquella otra escena insólita en la que fue ponchado por el pitcher electricista Ondřej Satoria en el Clásico Mundial de Beisbol
El catcher suplente de los Atléticos, Jhonny Pereda, ponchó a la superestrella de los Dodgers, Shohei Ohtani.
El catcher suplente de los Atléticos, Jhonny Pereda, ponchó a la superestrella de los Dodgers, Shohei Ohtani. / Foto: Getty Images

En contadas ocasiones Shohei Ohtani ha salido del marco de perfección en el que habita, que por cierto, es solo apenas un poco más ancho que su espalda. 

Una de esas ocasiones ocurrió anoche, cuando, después de conectar dos jonrones en entradas consecutivas (para empatar el liderato de MLB), el vigente Jugador Más Valioso de la Liga Nacional fue ponchado con un lanzamiento de 69 millas por hora, cortesía del catcher suplente de los Atléticos de Sacramento. 

En la octava entrada de un juego que ya no tenía mucho qué ofrecer (los Dodgers ganaban 17-2) el receptor suplente de los Atléticos Jhonny Pereda subió al montículo en el Dodger Stadium para sacar los outs que el bullpen había decidido, con resignación administrativa y justa razón, solo ver desde lejos. 

Cuatro pitcheos, ninguno más de 70 millas por hora, bastaron para bajar del pedestal a Ohtani en su noche de bobblehead y dejarlo abajo en la cuenta con una bola y dos strikes. El último, un lanzamiento de 89 millas por hora, afuera y arriba, fue suficiente para provocar un swing tardío, desesperado, y enviar al heredero legítimo de Babe Ruth de regreso al dugout, como si los dioses se hubieran aburrido de su propia lógica. 

"Ni siquiera estaba intentando poncharlo, sólo quería enfrentarlo. Ese era el único bateador al que quería lanzarle", dijo Pereda.

Jhonny Pereda - el catcher venezolano, bateador ocasional y ahora, brevemente - lanzador insólito - guardó la bola como recuerdo de que a veces el improbable se impone al prodigio.

Pero espera, no es la primera vez que algo así ocurre.

En 2023, durante el Clásico Mundial de Beisbol, Ohtani fue víctima de un episodio parecido. En el montículo estaba Ondřej Satoria, el pitcher zurdo de la selección de República Checa que ni siquiera lanzaba profesionalmente. Era electricista. Aun así, en uno de los duelos más improbables del torneo, se plantó frente al mejor pelotero del planeta y lo ponchó con una curva astuta y tan engañosa que, incluso picando en la tierra, provocó un swing tan descompuesto que el casco de Ohtani salió volando.

En el dugout de República Checa, risas. En el de Japón, Ohtani negaba con la cabeza como si quisiera borrar lo que acababa de ocurrir.

Esa, como anoche, fue solo una lección más de que el juego nunca se cansa de recordarnos que en este diamante donde se juega con pelota redonda, la lógica es opcional. Ohtani seguirá siendo una leyenda, Pereda y Satoria, por su parte, ahora tienen una anécdota inmortal.


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Alejandra González Centeno
ALEJANDRA GONZÁLEZ CENTENO

Reportera y creadora de contenido en Sports Illustrated México.