La última jugada de un Principito

Andrés Guardado disputó los últimos minutos de una carrera que marcó época. El césped del Estadio Olímpico fue testigo del epílogo de una historia de más de dos décadas que se escribió con entrega.
No hubo grandes discursos: solo un abrazo, profundo y definitivo, entre “El Principito” y el técnico argentino Eduardo Berizzo. En ese gesto silencioso, más elocuente que cualquier marcador, se selló el adiós de un futbolista cuya elegancia supo resistir al paso de los años y al juicio implacable del tiempo.
“Si perdemos hoy, es mi último partido”, dijo con una sonrisa ligera, casi traviesa, captado por una cámara que entendió —quizás sin proponérselo— que estaba filmando historia. Así terminó todo: sin estridencias, con la calma de quien sabe que lo dio todo, y la sonrisa de quien se va en paz.
Horas después, con el eco de la eliminación aún fresco, Berizzo se detuvo en Guardado: “Habla de la jerarquía de futbolista y de la persona que es. Agradecer su compromiso y su ejemplo para los jóvenes; se entrena como el primero, con humildad y convicción, y emana una energía contagiosa a sus compañeros. Estoy agradecido de haberlo entrenado”.
"Es un futbolista top mundial no solo en México y de los jugadores verdaderos que te hacen mejor entrenador".
- Eduardo Berizzo, entrenador del León FC
Andrés Guardado comenzó su travesía en el futbol profesional en 2005 con el Atlas. Luego, una migración imparable hacia el viejo continente desde 2007, donde su nombre resonó en las gradas de La Coruña, Valencia, Leverkusen, Eindhoven y Sevilla.
El León, el equipo que abrazó su último sueño, lo vio regresar al futbol mexicano, un regreso breve pero simbólico, al que se sumó la inesperada aparición de un regreso del retiro, en el que compartió vestuario con otro ícono mundialista: James Rodríguez.
Cinco Copas del Mundo no fueron suficientes para encapsular la magnitud de su legado. Fue Ricardo La Volpe quien, en 2006, lo llevó a Alemania, y desde ese momento, Andrés Guardado se convirtió en un hombre de mundiales.
De Alemania a Sudáfrica, pasando por Brasil, Rusia y finalmente Qatar. Y, entre esos relatos, hay uno que permanece grabado en la memoria colectiva: el gol en el Mundial de Brasil 2014 ante Croacia, el único gol en una Copa del Mundo en su carrera.
“Muchas gracias por entregarse hasta el final en el último partido”, dijo un aficionado esmeralda. En esas palabras se condensaba el alma de una hinchada que había sido testigo de los últimos momentos de Andrés.
"Lo que puedo decir en este momento es que James tiene contrato y seguirá con León".
- Eduardo Berizzo, entrenador del León FC
Mientras las luces se apagaban en el Estadio Olímpico y el eco de la eliminación resonaba más allá del marcador. Los rumores sobre la inminente salida de James Rodríguez, alimentados por el fallo de la FIFA relacionado con la multipropiedad, se volvieron más que un murmullo: una certeza que se filtraba en los pasillos del futbol mexicano.
El colombiano, que había llegado con promesas de redención y espectáculo para el Clausura 2025, abandonó el estadio en silencio, sin detenerse frente a los micrófonos, sin una palabra que calmara la creciente incertidumbre. Fue su técnico quien se encargó de lo que James no dijo: “Lo que puedo decir en este momento es que James tiene contrato y seguirá con León", declaró, intentando dar forma a una permanencia que ya parecía desvanecerse.
