Norris inaugura una nueva era en la F1 tras el fin del dominio de Verstappen

Apenas finalizó el Mundial 2025, coronado por Lando Norris al volante de un McLaren, la Fórmula 1 ya centra su atención en la próxima temporada, en la que un cambio radical de reglamento promete alterar la jerarquía actual de la categoría.
El británico, de 26 años, puso fin a cuatro años de dominio ininterrumpido de Max Verstappen con Red Bull tras un Gran Premio de Abu Dabi que cerró la campaña y sirvió como último capítulo antes de la nueva normativa, orientada a promover mayor igualdad entre las escuderías.
Estos son tres elementos clave para entender lo que se viene en la Fórmula 1.
¿Puede Norris mantenerse fiel a su estilo?
Norris aseguró que conquistó el título a su manera y dentro de un equipo que respetó sus propias “reglas papaya” —el color de McLaren—, con trato igualitario para ambos pilotos, incluso bajo la presión del apretado cierre de campeonato.
Su triunfo desató una ola de emoción, tanto por la forma en que lo logró como por su manejo de la presión después de admitir problemas de salud mental al inicio de su carrera debido a las críticas.
“Siento que lo gané como quería ganarlo, sin convertirme en alguien que no soy. Sin intentar ser tan agresivo como Max o tan contundente como otros campeones del pasado”, declaró.
“Mi estilo consiste en intentar ser una buena persona y un buen miembro del equipo”, añadió.
Incluso Verstappen, considerado heredero de pilotos como Ayrton Senna y Michael Schumacher —auténticos killerssegún la famosa definición de Damon Hill en 1996— adoptó este año un enfoque más suave.
La salida de Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, creó un ambiente menos tenso, también en el paddock, lo que favoreció el respeto hacia la estrategia de McLaren de competir sin órdenes de equipo.
Este estilo, que podría extenderse en el futuro, recibió también elogios del otro piloto de McLaren, el australiano Oscar Piastri, pese a que en ciertos momentos pudo perjudicarlo cuando lideraba el campeonato con holgura.
Mercedes, el motor a batir
Los expertos anticipan que Mercedes marcará el ritmo la próxima temporada gracias al desarrollo de una nueva unidad de potencia que varios rivales consideran capaz de impulsar su regreso a la cima.
El fabricante alemán probó y afinó el motor adaptado al reglamento de 2026, y dentro del equipo confían en que el joven Kimi Antonelli —destacado en múltiples carreras pese a su condición de novato— compita de tú a tú con George Russell.
La nueva normativa reducirá 30 kilos el peso de los monoplazas y los hará más pequeños y ágiles.
Sin embargo, Mercedes no será el único equipo con motores alemanes: McLaren, Williams y Alpine también montarán sus propulsores.
Red Bull y Racing Bulls utilizarán motores Red Bull Powertrains, desarrollados tras la ruptura con Honda, que pasará a suministrar a Aston Martin.
Ferrari mantendrá su propia unidad de potencia y seguirá siendo proveedor de Haas y del nuevo equipo Cadillac.
Audi y Cadillac, las nuevas caras
Sauber cerró una temporada de sabor agridulce, con un podio en Silverstone pero solo 70 puntos entre el alemán Nico Hülkenberg y el brasileño Gabriel Bortoleto. El equipo, penúltimo en la clasificación de constructores —solo por delante de Alpine—, adoptará la marca Audi el próximo año. Con la experiencia acumulada y los mismos pilotos, la marca alemana aspira a competir con las escuderías de la zona alta.
La otra novedad será Cadillac, que desembarca con una fuerte inversión y el respaldo de General Motors para aportar un toque estadounidense al campeonato. Para su estreno, el equipo confiará en dos pilotos experimentados: el mexicano Sergio Pérez y el finlandés Valtteri Bottas.
En cuanto al mercado de pilotos, Verstappen tendrá un nuevo compañero en Red Bull tras el ascenso de Isack Hadjar desde Racing Bulls, después de una temporada destacada como novato. Su asiento lo ocupará el británico de 18 años Arvid Lindblad, que compartirá garaje con el neozelandés Liam Lawson.
El cambio de normativa no logra convencer a muchos pilotos, aunque cuenta con el respaldo del heptacampeón Lewis Hamilton, quien cerró una primera temporada desastrosa con Ferrari. Charles Leclerc sostiene que la Scuderia afronta un invierno decisivo si desea recuperar el prestigio perdido.
