Verstappen, un campeón pese a ceder la corona

Max Verstappen firmó una de las mejores remontadas del año y terminó a dos puntos del título, reafirmando su condición de piloto más dominante de la parrilla pese al ascenso de McLaren.
Max Verstappen celebra su victoria en el Gran Premio de Abu Dabi en el podio de Yas Marina.
Max Verstappen celebra su victoria en el Gran Premio de Abu Dabi en el podio de Yas Marina. / Getty Images

Dethronado este domingo por Lando Norris, Max Verstappen ha demostrado a lo largo del año que sigue siendo el mejor piloto de la parrilla, capaz de sacar lo mejor de su Red Bull para competir con monoplazas superiores, como los McLaren.

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Gracias a una excelente segunda mitad de curso, "Mad Max" terminó pisando los talones de Lando Norris, a dos puntos del nuevo campeón del mundo al término del último GP, en Abu Dabi, cuando hace unos meses casi nadie daba un dólar por sus opciones de título.

A sus 28 años, el neerlandés es la referencia de la Fórmula 1 y los demás pilotos son conscientes de ello. Capaz de marcar registros estratosféricos en las clasificaciones y de adoptar estrategias inesperadas en carrera, da la sensación de tener siempre el control de la situación.

Pero si algo dejó este 2025 es la imagen de un Verstappen más suelto, más relajado, más humano, aunque fue su determinación lo que le valió para ser apodado "Mad Max" en los albores de su carrera.

Padre por primera vez a comienzos de temporada junto a Kelly Piquet, se unió al alemán Nico Hülkenberg en el restringido club de los "papás" de la F1. Pero ese acontecimiento no disminuyó su capacidad para asumir riesgos, su hambre de victorias ni su dedicación al deporte.

Cuando no se encuentra al volante de un F1, se distrae participando en carreras de coches en e-sport o en categorías inferiores, o conduce un Porsche GT en Nürburgring, donde en septiembre también fue muy superior al resto. "Nos conquistó a todos cuando lo vimos aprovechando su tiempo libre para pilotar coches GT en circuitos del mundo entero", señaló desde Abu Dabi el responsable de Red Bull, Laurent Mekiès.

Remontada extraordinaria

"Mi mentalidad ha sido siempre la misma. Por eso anteriormente en mi carrera me mostraba a veces frustrado porque sabía que lo que quería hacer no era posible […] Pero yo sabía que estaba ahí", confesó recientemente a la BBC el neerlandés.

Cuatro títulos mundiales después, el hombre que comenzó en los karts con cuatro años, guiado por un padre ex piloto de F1 y una madre piloto de karting de alto nivel, podría no tener nada más que demostrar. "Gane o no Max el título, hay que reconocer que esta temporada vimos un Max aún mejor", estimó Mekiès antes del desenlace en Abu Dabi.

Relegado a más de 100 puntos del liderato en septiembre, casi nadie —ni él mismo— pensaba que llegaría a la última carrera peleando por el título. Pero su abnegación, un Red Bull recuperado y una sucesión de errores de McLaren le permitieron mantener sus opciones hasta los últimos metros del Mundial.

Si Red Bull disfruta desde hace diez años del increíble talento del neerlandés, también ha sufrido la otra cara de la moneda: salvo la excepción de Daniel Ricciardo, ninguno de sus compañeros ha podido mantener su ritmo.

El próximo en intentarlo será el francés Isack Hadjar, ascendido para el año que viene tras brillar en su debut en F1 con Racing Bulls. Hadjar, de 21 años, considera que "aprender" al lado de Verstappen es una "locura de oportunidad", pues lo ve como el mejor piloto de la parrilla. El objetivo es no convertirse en una nueva víctima del descomunal talento del neerlandés.


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