Mundial: Irán y Egipto rechazan el “Partido del Orgullo” en Seattle

Las federaciones de Irán y Egipto rechazaron que su enfrentamiento en Seattle durante el Mundial 2026 sea dedicado a la comunidad LGBTQ+, como propusieron los organizadores locales. Ambas invocan motivos religiosos, legales y de “neutralidad” para oponerse.
En Irán las relaciones entre personas del mismo sexo se pueden llegar a castigar con pena de muerte.
En Irán las relaciones entre personas del mismo sexo se pueden llegar a castigar con pena de muerte. / Getty Images

Teherán, Irán

Irán y Egipto, que se enfrentarán en el próximo Mundial de futbol 2026 en Estados Unidos, rechazaron que ese partido se dedique a la comunidad LGBTQ+, como desean los organizadores locales.

La selección iraní, clasificada desde marzo, tendrá como rivales en el Grupo G a Bélgica, Egipto y Nueva Zelanda, según el sorteo realizado el viernes en Washington en presencia del presidente estadounidense Donald Trump.

El encuentro contra Egipto, programado en Seattle, ciudad con una importante comunidad homosexual, fue designado como el “partido del orgullo” LGBTQ+, de acuerdo con varios medios, que señalan que la decisión antecedía al sorteo.

"Es una decisión irracional que favorece a un grupo en particular", criticó el martes el presidente de la Federación Iraní de Futbol, Mehdi Taj, citado por la agencia Isna.

"Nosotros (Irán) y Egipto nos oponemos a esta decisión", añadió, evitando mencionar el término “partido del orgullo”.

La televisión estatal iraní indicó que Irán “impugnará” esta designación ante la FIFA.

Bajo la ley islámica (sharía), las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo están prohibidas en Irán y, en algunos casos, pueden ser castigadas con pena de muerte.

La Federación Egipcia de Futbol (EFA) informó que envió una carta oficial al secretario general de la FIFA, Mattias Grafstrom, rechazando “en términos absolutos” cualquier actividad vinculada al apoyo LGBTQ+ durante el partido.

En Egipto la homosexualidad no está explícitamente prohibida, pero suele castigarse mediante leyes ambiguas que penalizan la “depravación”. Con base en los estatutos de la FIFA sobre neutralidad política y social, la EFA argumenta que los partidos no deben utilizarse para promover causas “sensibles o controvertidas”.


Published |Modified