Lionel Messi gana el MVP de la MLS por segundo año consecutivo

En 2025, mientras la MLS buscaba nuevas figuras para liderar su futuro, Lionel Messi volvió a convertir la liga en un escenario donde lo imposible parecía rutina. Lo que comenzó como una aventura en Miami en 2023 —entre calor, expectativas y un equipo todavía en construcción— se transformó dos años después en una temporada histórica que ya no sorprende, pero sí asombra: Messi ganó de manera consecutiva el Premio Landon Donovan al Jugador Más Valioso, un hito que nadie, en casi tres décadas de la MLS, había logrado.
Su nombre ya figuraba en todos los rincones del deporte mucho antes de pisar Estados Unidos, pero en 2025 su impacto adoptó otro tono: el de la dominación absoluta. Con 29 goles, 19 asistencias y 48 contribuciones, el argentino no solo lideró la liga; la remodeló a su imagen. En apenas 28 partidos, produjo la segunda mayor cantidad de contribuciones ofensivas en una temporada en la historia de la MLS, y registró nueve encuentros con tres o más intervenciones de gol. Fue una temporada de récords que crecían casi tan rápido como la necesidad de volver a contarlos.
Messi también volvió a ganar el Botín de Oro presentado por Audi, en un año donde inscribió su nombre en otra marca inédita: se convirtió en el primer jugador en la historia de la MLS en anotar múltiples goles en 10 partidos distintosen una misma temporada. Entre el 28 de mayo y el 12 de julio, enlazó cinco duelos consecutivos con más de un gol, una racha que nunca antes había existido en la liga. Hablar de ventaja competitiva parece quedarse corto: era otra frecuencia, otro nivel de ejecución.
Y mientras Messi quebraba récords, Inter Miami seguía construyendo alrededor de su leyenda. El argentino acumuló tres premios al Jugador del Mes y seis al Jugador de la Jornada, consolidándose como el primer futbolista en encadenar dos temporadas con seis galardones de ese tipo. Nada parecía fuera de alcance. Nada parecía anormal.
La historia que comenzó con la Leagues Cup 2023 continuó con la Supporters’ Shield 2024 —récord de 74 puntos— y desembocó en la MLS Cup 2025, donde sus 15 contribuciones en los playoffs guiaron al club a su primer título liguero. En ese mismo año, Messi firmó una temporada de 20 goles y 16 asistencias en solo 19 partidos, una muestra de la dimensión que su presencia añadió a la liga.
Con el nuevo MVP, Messi se convierte en el único jugador en ganar el premio en temporadas consecutivas y apenas en el segundo en obtenerlo dos veces, junto a Preki. En la última década, solo tres futbolistas habían logrado un doblete MVP + Botín de Oro en el mismo año. Ahora son cuatro… y su nombre no sorprende.
A su interminable lista de logros —el Mundial 2022, ocho Balones de Oro, tres The Best, seis Botines de Oro europeas, múltiples Pichichis y más de una década como mejor jugador argentino— se suman ahora dos MVP de MLS, dos selecciones al Equipo Ideal, dos convocatorias al All-Star y un impacto que difícilmente pueda medir una estadística.
Messi ganó el premio por delante de figuras como Anders Dreyer, Denis Bouanga, Evander y Sam Surridge. Pero la sensación es otra: no compitió contra ellos, sino contra sus propias expectativas, contra su propio mito, contra la posibilidad de seguir reinventándose a los 38 años.
El argentino no solo conquistó otra vez el MVP. Convirtió a la MLS, otra vez, en su territorio narrativo. Y en 2025, como tantas otras veces en su carrera, una temporada se transformó en historia.
