'Lo que diga Jardine es misa': El credo del vestidor azulcrema

En lo más profundo del Club América, donde el futbol se vive con la intensidad de una religión, el ambiente respira unidad y convicción.
A las puertas del anhelado tetracampeonato, las voces de los líderes del vestidor se alzan en un mismo tono: la palabra de André Jardine se acata con la fe con la que se sigue un credo.
“Lo que diga Jardine es misa”, asegura Álvaro Fidalgo, sin dudarlo. Una frase que no suena a exageración cuando se escucha el respaldo que el estratega brasileño ha sembrado en su grupo. Henry Martín, capitán en la cancha y voz respetada en el vestidor lo explica: “Me encantaría que André se quedara muchos años más porque sin él no estaríamos peleando por este cuarto título. Es el mejor entrenador que he tenido, el mejor para hacer grupo y también por sus sistemas”.
Henry recuerda los primeros entrenamientos con Jardine como momentos de confusión, donde el equipo no lograba entender del todo la idea de juego: “Al inicio nos enseñaron distintos tipos de sistemas, nosotros estábamos acostumbrados a uno solo… A veces veíamos tres o cuatro sistemas diferentes. Era agobiante para nosotros, y si ahora André dice que Fidalgo juega de 8 o de 5, Fidalgo sabe lo que tiene que hacer o Zendejas”.
El respeto por el entrenador es total. “Si hoy dice ‘Henry juegas de arquero’, te aseguro que el equipo dirá ‘confío en lo que él dice’, vamos al frente y todos juntos por él".
Para Fidalgo, el secreto del éxito se encuentra en la mirada privilegiada de Jardine sobre el juego: “Es un genio para interpretar los partidos y leer las cosas. Toda la confianza que nos dio. El futbol lo respeta”.
El portero Luis Malagón, otro de los pilares de este América tricampeón, lo define con palabras simples pero contundentes: “Tenemos un técnico que se encarga de hacernos ver las cosas difíciles más fáciles”.
En ese vestidor, ya no hay dudas. Lo que diga André... es misa.
