Mundial: Trump, anfitrión y potencial aguafiestas

Washington, Estados Unidos
Organizar un renovado Mundial de futbol 2026 con 48 selecciones ya es una tarea titánica, un reto al que se le midieron Canadá, Estados Unidos y México. Pero cuando además el anfitrión se llama Donald Trump, la cosa es más complicada.
A seis meses del pitazo inicial de uno de los eventos deportivos más seguidos del mundo, el impredecible presidente estadounidense está complicando la organización al presionar a sus vecinos canadienses y mexicanos, amenazar con reubicar partidos e imponer restricciones a los visados para el Mundial. Aquí un breve ejercicio de preguntas y respuestas al respecto.
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¿Qué impacto tendrá en la política migratoria?
Se espera que acudan millones de espectadores extranjeros a los tres países anfitriones, sobre todo a Estados Unidos, donde se jugarán la mayoría de los partidos.
Pero los visitantes llegarán a un país liderado por un gobernante que ha hecho de la política antiinmigratoria la piedra angular de su mandato, con brutales campañas de deportaciones masivas.
Y sigue apretando las tuercas: luego del ataque a dos soldados la semana pasada a pocos metros de la Casa Blanca, Trump suspendió la emisión de visados para nacionales de 19 países, entre ellos Haití e Irán, dos clasificados a la Copa del Mundo.
Teherán anunció que boicoteará el sorteo del Mundial en Washington, con presencia de Trump, luego de que Estados Unidos se negara a expedir visados a varios miembros de su delegación.
¿Excepciones en el futbol?
El presidente estadounidense asegura que, en determinadas circunstancias, el trámite podría agilizarse, sin embargo obtener visados puede tardar semanas o incluso meses.
El líder republicano dice que está implementando un “pase FIFA” que permitirá a cualquier persona con entrada para un partido del Mundial obtener una cita más rápidamente.
En todo caso, “tu entrada no es un visado”, advirtió el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
Las condiciones para ingresar a Estados Unidos no se relajarán: “La única diferencia es que estamos priorizando las solicitudes”, dijo Rubio.
¿Trump cambiará los partidos?
La sombra del líder estadounidense se cierne sobre algunas ciudades anfitrionas del Mundial 2026, todas lideradas por demócratas.
Los Ángeles prevé albergar ocho partidos; San Francisco, seis; y Seattle, también seis.
Sin pruebas, Trump acusa a estas ciudades de permitir que la inmigración ilegal, la inseguridad y la delincuencia se descontrolen.
El presidente ha amenazado con trasladar partidos a otras ciudades, una decisión que sería una pesadilla organizativa para la FIFA.
Y también para los aficionados, muchos de los cuales ya han reservado sus entradas, alojamiento y viajes.
A esta incertidumbre se suman las tensiones por el despliegue de tropas de la Guardia Nacional en ciudades demócratas como Los Ángeles, aparentemente para restablecer la seguridad.
Las agresivas redadas de agentes del ICE, que persiguen a inmigrantes indocumentados por todo el país, están exacerbando tensiones, mientras que un clima de miedo se ha instalado en un segmento de la comunidad latina.
En todo caso, el presidente estadounidense podría decidir extender el despliegue de soldados y agentes hasta el Mundial.
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¿Y qué hay de los vecinos?
El presidente republicano no se anda con rodeos cuando se trata de los coanfitriones del Mundial, y les ha impuesto aranceles a ciertos productos.
Entre sus ideas, ha amenazado con anexar Canadá y convertir a su vecina del norte en un nuevo estado de Estados Unidos.
Y al sur, no ha descartado ataques aéreos en México como parte de su lucha contra los cárteles de la droga.
¿Podría comprometerse la organización del Mundial?
Es poco probable, pero los organizadores deberán sumar a sus tareas una gran coordinación para gestionar visados, el flujo de espectadores y, por supuesto, la seguridad del Mundial 2026.
