Keylor Navas, un retrato íntimo

La inminente llegada de Keylor Navas a Pumas se vislumbra como una solución de oro al severo problema en la portería de un equipo con seis goles recibidos en tan solo dos partidos. El fichaje llega respaldado por una trayectoria reluciente: hablamos de un arquero ganador de seis títulos inmensos: tres de Champions League y otros tantos de Liga con el Real Madrid. Por ello, no extraña que detrás de toda la revolución generada por este refuerzo gravite una pregunta fuera de la atmósfera mediática: ¿cómo es en el vestuario el destacado arquero costarricense?
"Keylor es la representación en carne y hueso del concepto de líder". Miguel Herrera resume así al nuevo portero de los Pumas. Su testimonio tiene peso: Herrera conoce a Navas desde adentro, el mexicano es el entrenador de la Selección Nacional de Costa Rica, en la cual el arquero ha jugado 114 partidos oficiales, entre ellos tres Copas del Mundo y es capitán. De hecho, el pezeteño lidera en el campo a La Sele en busca de alcanzar su cuarto Mundial de futbol.
Al referirse a Navas (Pérez Zeledón, 1986) Herrera lo hace con algo más personal en su voz. Él fue quien le convenció de regresar a la selección después de que el portero anunciara su retiro en mayo de 2024. Le costó un año de insistencia: llamadas, mensajes públicos y un viaje para hablar en persona.
"La verdad, a mí me sorprendió muchísimo. Antes de conocerlo pensé que iba a ser un tipo más reservado, porque así se ve a la distancia, pero todo lo contrario: siempre habla con los jóvenes. Es de los profesionales ejemplares: llega a tiempo, entrena muy bien y prefiere hablar por lo que hace más allá de por lo que es. Estoy seguro que va a ayudar y aportar muchísimo, no solo a los jóvenes, sino a toda la gente de Pumas, porque es un buen líder el muchacho", dice Herrera desde Costa Rica.
Keylor es jerarquía; toda una figura continental y quizá el mejor arquero en la historia del área centroamericana. Cierto, tiene 38 años, pero en la reciente Copa Oro mostró su gran forma con reflejos de veinteañero, lo cual ratifica lo expresado por su entrenador nacional respecto al gusto del arquero de apelar a su trabajo como carta de presentación.
Llega a los Pumas tras deslindarse del argentino Newell's Old Boys en una transacción de dos millones de dólares —un millón 900 mil más un extra de 100 mil dólares en variables y objetivos alcanzables—, lo cual parece un lujo poco común para un equipo como los Pumas, tradicionalmente formador de jugadores.
Verlo y disfrutarlo
¿Qué hace a Navas, más allá de su hoja de servicios, diferente al resto, aún en el ocaso de su carrera? Miguel Herrera lo resume con compleja sencillez, "sólo hay que verlo". El nuevo fichaje de Pumas, dice el entrenador, va más allá de lo evidente y eso se detecta bajo un proceso de observación con mucho detenimiento, muy lejos de las estadísticas porque los números son incapaces de transmitir sensibilidad y dominio de la posición.
"A pocos porteros los he visto ubicarse bajo el marco como a él. Más allá de su impresionante agilidad, Keylor ha desarrollado un caminar excelso en su área, por eso es capaz de alcanzar balones imposibles para otros porteros, incluso mucho más jóvenes", explica Herrera. El técnico de la Selección Mexicana en la Copa del Mundo de 2014 en Brasil usa el recuerdo de una imagen reciente para desarrollar su tesis: la atajada a un remate del goleador mexicano Raúl Jiménez durante la aún reciente Copa Oro.
Transcurría el minuto 23 del juego entre México y Costa Rica en el Allegiant Stadium de Las Vegas. Tras un rechace defensivo, Luis Gerardo Chávez pasó de cabeza el balón hacia Raúl Jiménez, quien se inventó una volea con sello de artemarcialista: giró el cuerpo y conectó con violencia. Navas, vestido de ese azul que nuestros abuelos llamaban color cielo, estaba plantado en el centro de su arco. El balón tardó apenas unas milésimas en viajar del botín de Jiménez hacia la portería defendida por el tico. De pronto, Jiménez en el campo —y más de un millar en las gradas— ya se llevaban las manos a la cabeza.
Era el gol del torneo.
— Invictos (@InvictosSomos) June 23, 2025
Raúl Jiménez prendió una volea preciosa, pero Costa Rica tiene a Keylor Navas.
Así vuela el guardián tico a sus casi 39 años de edad.
Otro nivel de leyenda 🧤🇨🇷pic.twitter.com/UFbyf40rM7
"Esa pelota cualquiera la ve pasar pero este güey —Navas— estaba muy bien colocado. Entonces dio un paso, se tiró y la sacó… ¡es brutal!", comenta nuevamente emocionado, quizá hasta con la piel eriza, Miguel Herrera. Ese dominio del tiempo espacio no hay estadística capaz de transmitir.
Una herida muy difícil de ocultar
Pero ante la llegada de Navas aparece una pregunta pertinente de hacer: ¿cómo llegó el club universitario, cuna de Jorge Campos, Sergio Bernal e incluso Alejandro Pikolín Palacios, a un punto en el cual fichar —ya con el torneo sobre la marcha— a un portero de 38 años se volvió un asunto urgente para mitigar un incendio?
Félix Fernández, exportero mundialista con México en 1994 y agudo analista del balompié, lo sintetiza muy a su estilo: directo al grano. "Resulta muy triste que Pumas, que hace no mucho fue la mejor cantera de México, haya sido incapaz de desarrollar a un portero y deba acudir a un arquero de 38 años".
También articulista y escritor, Fernández Christlieb ataja veloz su honesta primera impresión. "No es una crítica contra Navas. Todo lo contrario: su presencia será invaluable, también como guía para los jóvenes", subraya antes de cualquier malentendido.
Desde semanas antes del torneo, acusa Fernández, en Pumas sabían que Alejandro Padilla saldría del club y no buscaron una alternativa real. Tampoco recurrieron a la amplia gama de porteros mexicanos con experiencia y nivel que hoy viven en la suplencia o en la Liga de Expansión. "¿Ni uno convencía y entonces precipitaron a un Sub-17 sin experiencia en Primera División como Rodrigo Parra al primer equipo?", se pregunta Félix.
Herrera, amigo y excompañero de Fernández en aquel Atlante campeón de Liga en la temporada 1992-93 —entonces se jugaba un torneo largo por año— difiere en este juicio. "No estoy de acuerdo con Félix. Hay canteras que trabajan muy bien y aún así a veces no aparecen los muchachos. La cantera no tiene obligación de formar siempre a todos los jugadores del equipo y lo que no viene debes conseguirlo", acusa.
A decir de Herrera, la llegada de Navas, además de ser una solución de lujo para el equipo del Pedregal permitirá a la estructura del club trabajar un año más con sus prospectos para arquero, claro, sin ocultar lo evidente, y en eso va por la misma línea expuesta por Félix Fernández: Pumas ha dejado de ser el semillero del cual brotaban futbolistas por racimos. "Hoy hacen el esfuerzo de retomar ese trabajo formativo".
—Miguel, me siento obligado a hacer esta pregunta, a ver si te comprometes: ¿Keylor Navas es el mejor portero que ha llegado al futbol mexicano?
—Mira, no lo sé. En México han habido porteros magníficos como Miguel Marín, quien pese a no haber llegado con cartel como Keylor, fue extraordinario. También está La Volpe, que venía de ser campeón del mundo como tercer portero de Argentina. Zelada, Cristante, también llegó Higuita y muchos otros. Más recientes están Vilar, Marchesín, Nahuel Guzmán, que lleva una década haciendo historia como el mejor portero de la Liga. Han habido extraordinarios porteros en México y ojo, únicamente hablamos de los llegados del extranjero. La verdad, Keylor encumbra otra vez a nuestra liga, en donde también juegan James Rodríguez y Sergio Ramos; los tres son futbolistas top del mundo y obviamente vuelven a poner a nuestra liga en un muy buen contexto.
De entre ellos, quizá sea Keylor quien cargue con el reto más delicado: devolver seguridad a un puesto y a una camiseta que, en Pumas, alguna vez fueron sinónimo de escuela e identidad. Su reto es de alta complicación, pero, al igual que sus atajadas, para él está lejos de ser imposible.
