La NFL refuerza sus programas de salud mental tras la muerte de Marshawn Kneeland

El suicidio del joven ala defensiva de los Cowboys reabre el debate sobre el bienestar psicológico en la liga, donde voces como A.J. Brown y Marcus Smith han expuesto su lucha contra la depresión.
Hace solo unos días, Kneeland había logrado anotar el primer touchdown de su carrera
Hace solo unos días, Kneeland había logrado anotar el primer touchdown de su carrera / Getty Images

La noticia fue tan repentina como devastadora. El ala defensiva de los Dallas Cowboys, Marshawn Kneeland, de 24 años, fue encontrado muerto por una herida de bala autoinfligida en Frisco, Texas. El trágico desenlace se produjo horas después de que el joven atleta evadiera a la policía tras un accidente. Apenas unos días antes, Kneeland había anotado el primer touchdown de su carrera profesional. 

La brusca interrupción de su vida y de su prometedora carrera ha reabierto la conversación sobre la crisis de salud mental que afecta a los jugadores de la NFL.

Tras la muerte de Kneeland, la NFL y la Asociación de Jugadores de la liga  —NFLPA— anunciaron que reforzarán sus programas de salud mental en todos los equipos. La liga confirmó que ampliará el número de especialistas disponibles y ofrecerá apoyo adicional a los jugadores, entrenadores y personal que tuvieron relación con Kneeland, tanto en los Cowboys como en otros equipos. 

Aunque desde 2019 cada franquicia cuenta con un profesional clínico asignado —por iniciativa del sindicato de jugadores— esta medida tiene como propósito subrayar que la salud mental es una prioridad institucional, no solo una obligación de protocolo.

“A nuestros jugadores, recuerden que sobrellevar el duelo puede ser difícil. Apóyense mutuamente y cuiden su bienestar. Los animamos a que se comuniquen con nosotros para obtener apoyo o utilicen la Línea de Ayuda de la NFL”, le dijo un portavoz del sindicato al Dallas Morning News. 

El anuncio llega en un contexto de creciente presión sobre la NFL para asumir un papel más activo frente al deterioro psicológico de sus atletas. Los protocolos existen, pero la cultura del silencio persiste. La muerte de Kneeland ha vuelto a exponer las fisuras de un sistema que, durante décadas, priorizó la fortaleza física por encima de la estabilidad emocional. 

Pocos jugadores han mostrado tanta conciencia sobre la salud mental como A.J. Brown, actual receptor de los Philadelphia Eagles. Brown habló públicamente sobre su propia lucha contra la depresión y cómo en 2021 contempló la idea de quitarse la vida. “No me había parado a pensar en lo que realmente era la depresión. Crecí ignorando mis sentimientos, y esto me superó. Solo quería transmitir un mensaje positivo: sigo aquí, estoy creciendo, soy afortunado y tengo mucho que agradecer”, le dijo Brown a ESPN en 2021. 

Marcus Smith, seleccionado en la primera ronda del Draft de 2014 por los Eagles, también ha sido abierto sobre su lucha contra la depresión y los impulsos suicidas. El ex ala defensiva confesó que en 2018, cuando ya había sido liberado por los Philadelphia Eagles y estaba con los Seattle Seahawks, condujo su coche hacia el filo de una pendiente en Seattle, dispuesto a dejarse caer, cuando recibió una llamada de su suegra que frenó el desenlace.


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