Los 7 secretos de Uziel Muñoz

En un país donde el impulso de bala no es tradición, donde no existen escuelas ni academias especializadas, Uziel Muñoz rompió paradigmas. No solo es el primer mexicano en conquistar una medalla mundial en esta disciplina, también es la punta de lanza de una generación que aspira a llevar al atletismo mexicano a otra dimensión.
¿Qué hay detrás de su éxito? Estos son los 7 secretos que Uziel Muñoz comparte en entrevista con Sports Illustrated México: una mezcla de ciencia, resiliencia y visión de país.
1. El poder de la mente científica
Uziel no solo entrena con pesas y lanzamientos; también lo hace con vectores, ángulos y biomecánica. Desde la preparatoria descubrió que podía aplicar la física a su deporte y desde entonces estudia y ajusta cada movimiento. "No soy el más fuerte ni el más alto, pero sí el más técnico del mundo", afirma con seguridad. Su conocimiento sobre aceleraciones, bloqueos y fuerzas centrífugas le permite lanzar con una precisión milimétrica. “Literalmente somos científicos del atletismo. Lo que no se mide, no se puede controlar.”
Este enfoque científico le ha valido el reconocimiento de entrenadores internacionales que destacan su sincronización perfecta entre piernas, cadera y brazo. Para Uziel, entender el “por qué” detrás de cada movimiento es tan importante como ejecutarlo. Y eso lo convierte en un atleta con un dominio total de su técnica.
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2. Entrenamiento sistemático y conciencia corporal
Cada día en su rutina está medido. Uziel entrena en ciclos, donde alterna programas físicos, técnicos y musculares. Analiza su estado físico diario y ajusta su técnica dependiendo de cómo se siente: activa las piernas si están débiles o enfoca la torsión del abdomen si no logra conectar la energía. Entrena como un reloj, pero también con intuición. “Aprendí a entender mi cuerpo, a saber qué vector me falta activar ese día.”
Su entrenamiento incluye alrededor de 25 lanzamientos por sesión, más horas de gimnasio donde descompone cada fase del movimiento. No hay improvisación: todo se adapta a su estado físico del momento. “Si un día llego flojo de abdomen, trabajo el torso. Si las piernas no están respondiendo, cambio la activación. No todos los días son iguales, y ahí está la clave: saber ajustar”.
3. El maestro como formador de vida
El salto de Uziel no fue solo técnico, fue también emocional y humano. Agradece a sus entrenadores Juan Diego Vázquez y Alejandro Labesdesque, no solo por hacer de él un atleta de élite, sino por acompañarlo en su formación como persona. Ellos vieron en él un campeón cuando aún no tiraba ni cerca de los 20 metros. “Mi entrenador me dijo que yo iba a tirar 20 metros cuando en México nadie lo había hecho. Y lo hice.”
Aquel sueño parecía lejano, pero se convirtió en realidad bajo la guía de un equipo multidisciplinario que creyó antes que él mismo. Para Uziel, el deporte no se trata solo de resultados; se trata de quién te acompaña en el proceso. “No sería quien soy sin ellos”, dice. Porque en la pista se impulsa, pero fuera de ella se forma el carácter.
4. Resiliencia: convertir el dolor en promesa
En 2017, Uziel perdió a su hermano. Fue un golpe devastador que lo obligó a reinventarse desde el fondo. Después, en 2022, tuvo que dejar su ciudad, su vida y empezar de cero en otro lugar. Ambas experiencias lo marcaron profundamente. “Lo hice por una promesa. Y desde entonces no me detuve.”
Vivir solo, en una ciudad desconocida, sin familia cerca, fue una prueba. Y fue ahí donde encontró su fuerza interior. “La resiliencia no es resistir, es adaptarse y crecer. Todo lo que hago ahora, lo hago también por los que ya no están”.
5. No hay secretos: hay generosidad
Aunque el lanzamiento de bala es una disciplina donde la información se guarda celosamente, Uziel tiene otra filosofía. Comparte su conocimiento con quien lo quiera aprender. Él y su equipo están construyendo la primera gran escuela mexicana de lanzamientos con base en ciencia, técnica y colaboración. “Aquí no hay libritos. Nosotros estamos escribiendo el nuestro.”
En un país sin tradición en esta prueba, Uziel y sus entrenadores están sentando las bases de una nueva escuela. Desde biomecánica hasta metodología, su compromiso es compartirlo todo. “Entre más mexicanos tiren lejos, mejor para todos. No hay competencia si estamos solos. Y si yo llegué hasta aquí, cualquiera con trabajo y guía puede hacerlo”.
6. La visión de país: más allá del círculo
Uziel entiende que su logro no es solo personal, sino estructural. Por eso levanta la voz para pedir una liga profesional de atletismo, infraestructura especializada para lanzamientos y inversión privada. Su meta no es solo competir: es transformar. “No todo es futbol. Aquí también hacemos cosas chingonas.”
Sueña con un México con áreas de lanzamiento en cada región, como en Estados Unidos o Europa. “No puede ser que en todo el país haya solo un espacio especializado para lanzamientos”. Y va más allá: ya trabaja con su equipo en un proyecto para formar nuevas generaciones.
7. El corazón de una casa mexicana
Más allá de la técnica y la ciencia, Uziel es un hijo de México. Nació como muchos: viajando en camión a la escuela, con una madre empujándolo cada día y sueños grandes en una casa común. Su historia no es de privilegios, sino de esfuerzo y constancia. “Yo vengo de una casa promedio. Lo que me hizo diferente fue el trabajo, la visión y las ganas.”
