Las primeras veces de José Urquidy

Del otro lado de la pantalla de la computadora está José Urquidy. Se sienta conmigo a practicar el difícil arte de recordar. Echa hacia atrás su memoria y nos lleva a Mazatlán. Es un miércoles por la noche, del 21 de octubre de 2015. Las luces del estadio Teodoro Mariscal se encienden para alumbrarlo por primera vez. Llegó el momento y la lomita le pertenece. Ese lugar que de niño veía inmenso incluso desde las gradas. Ese lugar en donde los lanzadores respiran un oxígeno distinto. Asume la responsabilidad de tomar la pelota por Mazatlán en el relevo y para él se adelanta el carnaval. Se siente festivo. Está así desde marzo pasado cuando lo firmaron los Astros de Houston.
Aquel día de octubre bien hubiese podido sonar de fondo ‘Como en los Viejos tiempos’, de Edén Muñoz, pero esa canción fue lanzada en 2023 y es la que trae en repetición en su celular actualmente en este 2025. O El Corrido de Mazatlán, que usó en el juego dos de la Serie Mundial ante los Bravos en 2021, que ganó 7-2. Pero volvamos a aquel día, en donde lanza dos episodios. No recuerda con exactitud, poncha a cuatro ¿o a cinco? No importa. Tiene 20 años y aún no lo sabe, pero cumplirá su máximo sueño de debutar en las Grandes Ligas en 2019 con los Astros de Houston. Y pondrá la vara alta en 2022 porque conocerá la máxima gloria para un pelotero: ganará su primera Serie Mundial. Como dice Edén Muñoz en aquella frase… pueden ser Diosidencias que te regala la vida…
Ese debut con Venados en la Liga Mexicana del Pacífico fue uno de los momentos más especiales de su carrera, nos confiesa, conectado desde Florida, en donde se recupera de una operación de codo. Lo hizo como José Luis Hernández Urquidy, para migrar en MLB a José Urquidy en honor a su madre Alma, su bastión, junto con su esposa Estefani, su hija Lana y el bebé que viene en camino, del que aún no conocen el sexo. Ahora es un hombre de familia.
“Creo que me emocioné más cuando debuté allí (en el Teodoro Mariscal) que en Grandes Ligas. Porque yo crecí allí viendo esos juegos. Cuando tenía un chance que me llevaba mi mamá o algunos familiares a ver un juego lo veía de ensueño, poder jugar allí. Al momento que debuto vi a toda mi familia sentada allí y a mis amigos. Esa emoción que me dio fue algo inexplicable. Nunca se me va a olvidar”. También le tocó pichar en la inauguración del nuevo estadio Teodoro Mariscal en 2018.
A.J. Hinch, el mánager que lo debutó el MLB
Sí… es que José Urquidy está hecho de primeras veces. Es el primer pelotero nacido en México en jugar tres Series Mundiales: contra Nationals en 2019, Bravos en 2021 y ante Phillies en 2022. También el primero en ganar juegos en dos ediciones. Por eso a su lista sumará también debutar con el uniforme de Detroit en la campaña 2025. Ahora es un Tiger. Los Astros de Houston, su equipo de toda la vida, lo han liberado. (Sí, en la Gran Carpa seis años pueden ser toda la vida). Y, siguiendo con las casualidades, su actual mánager en Motor City es A.J. Hinch, el mismo que lo debutó en Major League Baseball. “Él fue el que me dio la oportunidad de jugar en Grandes Ligas en 2019, volverlo a ver fue algo bueno. Me siento en mucha confianza con él. Fue un factor en cuenta”. Por eso cuando su agente recibió la llamada de los Tigres no lo dudó. “La primera persona en la que pensé fue en él (Hinch). Tuvo mucha voz en la negociación”.
Hinch también le dio la oportunidad de lanzar en su primera Serie Mundial en 2019. Fue para el juego cuatro frente a Nationals cuando el nombre del mazatleco emergió desde el bullpen para solventar los problemas de rotación de Houston. “Tengo más recuerdos de la serie que cuando debuté. Recuerdo que me dio la bola para pichar un día antes. Me dijo vete al hotel a descansar, tienes mañana un juego importante. Fue a mi locker y me tocó la espalda y me lo dijo. Eso no se me olvida”. No defraudó. Su triunfo le dio vida a los Astros que empataron la serie 2-2, pero que terminaron cayendo en el séptimo juego. Y bien lo dijo Hinch “no dejó de hacer un gran lanzamiento tras otro”. La vida, a veces, replica al beisbol.
Eso sí, aclaro que para los fines narrativos de esta historia el dato de las primeras veces no encaja, porque no fue el primer nacido en México en conseguir victoria como abridor en SM. Se perdona cuando el antecedente se apellida Valenzuela. El “Toro” Fernando ya lo había hecho con los Dodgers.
Ahora Comerica Park será su nueva casa, y según las proyecciones podría lanzar allí en agosto. Se encuentra en el proceso de recuperación de una cirugía Tommy John que le impidió lanzar en la temporada 2024, luego de lesionarse en los entrenamientos de primavera. El objetivo es que en este mes de mayo empiece a lanzar desde la loma. La idea es “tener dos semanas o tres y luego vienen los juegos. Ahorita estoy en el proceso de tirar a máxima distancia que son 120 pies, en dos sets de 25 tiros, la intensidad más alta que he tocado en este proceso”.
Va poco a poco. Sin dolor. Y sin presionarse por el calendario de una temporada que ya comenzó. De hecho, los Tigers han sido pacientes a sabiendas de que el tiempo lo es todo en la recuperación. “Las lesiones a veces son muy mentales, pero el que sabe, entiende cómo es un proceso de reconstrucción de codo, es un poco tardado. La rehabilitación es más del año en que tienes que tomar para que tu puedas volver a pisar un campo. Tienes tiempo para fortalecer ese nuevo ligamento que te ponen en el codo. Estoy agradecido con este equipo porque fue lo primero que me dijeron: te vamos a ayudar con tu rehabilitación. Apoyándote para que vuelvas bien. Ese tipo de motivación me da mucha energía y ganas de estar sano para poder jugar”.
Urquidy se enfrentará al reto de volver a encontrar su picheo en un momento de la pelota en donde el lanzador está constantemente condicionado por el reloj. Sin metáforas. Todos han tenido que ajustarse a las ya no tan nuevas reglas de MLB. Ahora cuentan con un temporizador de 30 segundos entre cada bateador y un reloj de pitcheo de 15 segundos para tirar un lanzamiento y de 20 segundos cuando tienes corredores en base, en el afán de hacer el juego más ágil y de menos duración. “Sí creo que influye. Influye el tiempo, la verdad, quieras o no le pones atención al tiempo y aceleras tu cuerpo. Estás pendiente de que no te falte poco tiempo para tirar la bola. Entre ese y varios factores más obviamente si te fijas desde que pusieron eso y quitaron la pega ha habido muchas lesiones y cirugías. Creo que debe haber un ajuste, ya sea el tiempo o no sé, que permitan algo que te puedas poner para que la bola se te resbale menos”. La pelota en ese sentido, y nunca mejor dicho, está del lado de la oficina del Comisionado.
Experto en las primeras veces, pero ¿sabrá Urquidy de regresos? Claro, está es la segunda vez que pasa por el quirófano. “Esta (cirugía) fue un poco más amigable que la anterior. A la semana ya tenía el brazo normal”. Será cuestión de tiempo a que su recta se acostumbre a una nueva velocidad y que su codo incorpore el nuevo ligamento.
Mientras, suma nuevas metas a su vocabulario: “estar pichando con los Tigres en octubre, estar en un All Star, ganar un Cy Young, lanzar nuevamente en una Serie Mundial”. Tiene 29 años, una edad en la que en el beisbol aún hay mucho por hacer. Y muchas frases por completar que seguramente empezarán con su nombre y terminarán con un Se convierte en el primer mexicano en… Como dice “Ya estoy aquí. Estamos más cerquita”. Tan cerca como aquel niño que veía desde las gradas la lomita del Teodoro Mariscal y soñaba con, algún día, poder debutar allí con los Venados de Mazatlán. Total, llegó a la pelota sin nada y ahora sabe a qué huele octubre.