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Lo que vimos este lunes por la noche en el encuentro entre los Buffalo Bills y los Cincinnati Bengals fue escalofriante. Damar Hamlin, safety de los Bills, se desplomó después de tacklear al receptor de Bengals Tee Higgins. 

Al caer al suelo, equipo de primeros auxilios se apresuró al campo para realizar CPR durante 10 minutos al jugador de 24 años. De ahí Hamlin fue trasladado a un hospital local donde se encuentra en un "estado crítico", según declaraciones oficiales.

Los jugadores de la NFL están acostumbrados a los golpes y las lesiones. Incluso nosotros como aficionados hemos visto caer un jugador tras otro en el campo de juego, incluso por temidas conmociones. Sin embargo, lo de esta noche nunca lo habíamos visto antes.

Bills ante desplome de Hamlin

La reacción de los jugadores, con el rostro bañado en lágrimas, y el silencio en el estadio completo simplemente fue diferente a cualquier otra situación.

Por respeto, el video del momento en que Hamlin se desploma se dejó de compartir en medios y en redes sociales. Sin embargo, para quienes vieron el momento, todo parecía ser una jugada normal. 

No hubo un casco contra casco. Hamlin no cayó al suelo se alguna forma particularmente incómoda. 

Que una jugada así ponga en la línea la vida de un joven atleta, cambia la perspectiva de cuáles son los riesgos de estos jugadores cada vez que salen al campo a jugar; convierte a la NFL en una juego de vida o muerte. 

Por lo pronto el encuentro quedó oficialmente suspendido. Era lo mínimo que podía hacer la liga ante la situación. 

Mientras sabemos más sobre el estado de salud de Hamlin, el mundo de la NFL nos encontramos aterrados con lo sucedido y deseando tener lo mejor para Hamlin y su familia.