A los ojos: Nadia Comâneci y Simone Biles

Cada una en su tiempo redefinió la perfección y el límite del cuerpo humano, dejando un legado que trasciende el deporte mismo.
Nadia Comăneci y Simone Biles, dos leyendas que redefinieron la gimnasia en distintas eras
Nadia Comăneci y Simone Biles, dos leyendas que redefinieron la gimnasia en distintas eras / Getty Images

Hasta los Juegos Olímpicos de 1976, la perfección era concebida como una aspiración inalcanzable. Se volvió tangible en apenas un minuto y medio, cuando Nadia Comâneci, la menuda niña rumana de 14 años, se plantó frente al mundo y ejecutó una rutina tan perfecta que los marcadores, programados para mostrar calificaciones de un solo dígito, no supieron cómo reaccionar.

Cuatro décadas después, Simone Biles emergió con una fuerza distinta. Explosiva, musculosa, con una potencia que desafiaba las leyes físicas, Biles reescribió el código de dificultad de la gimnasia moderna y se convirtió en la gimnasta más condecorada de todos los tiempos. Su legado no solo habita en los podios, sino, también, en los cinco ejercicios nombrados en su honor.

Simone Biles compite en la viga de equilibrio durante la final individual femenina en París 2024
Simone Biles compite en la viga de equilibrio durante la final individual femenina en París 2024 / Jamie Squire/Getty Images

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“Son disruptoras de tiempo y espacio. La gimnasia y el deporte a nivel mundial cambió por completo, se habla de un antes y un después de Nadia, así como se habla de Simone”, afirma Elsa García, gimnasta mexicana en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

“En mis inicios, fui fan de Nadia: álbumes, recortes, todo era lo máximo. Hoy, me inclino por ver lo casi imposible y me impresiona lo que hace Simone; me quedo con ella”.

Claudia Esteva, jueza en París 2024
Nadia Comâneci fue la primera gimnasta en la historia en obtener una calificación perfecta de 10.
Nadia Comâneci fue la primera gimnasta en la historia en obtener una calificación perfecta de 10. / Sports Illustrated México

Si bien ambas redefinieron la gimnasia, tenían estilos diferentes.

“La gimnasia que hizo Nadia Comâneci fue una gimnasia basada en perfección artística, empezando con cuerpos muy esbeltos parecidos a las bailarinas de ballet y, más que ver maromas en el aire, era ver la calidez, la gracia, el estilo, el arte de la gimnasia, claro que con algo de saltos gimnásticos y elementos de dificultad”, explica Marisela "Chelly" Cantú, gimnasta olímpica en Beijing 2008.

Biles, por otro lado, es la encarnación de una atleta superlativa, con un cuerpo diseñado para lo imposible. Claudia Esteva, jueza mexicana en París 2024, marca con claridad las diferencias entre ambas. “Simone es atlética, potente, extremadamente fuerte y de complexión más muscular. Nadia era tímida en su actuar, mientras que Simone se dirige con más fuerza y apertura al público”, dice.

Nadia Comăneci de Rumania realiza su rutina de viga de equilibrio durante el Campeonato Mundial de 1978
Nadia Comăneci de Rumania realiza su rutina de viga de equilibrio durante el Campeonato Mundial de 1978 / Tony Duffy/ALLSPORT

“Respeto y admiro mucho la carrera de Nadia Comăneci, pero mi corazón está con Simone Biles. Amo ver cómo es una gimnasta que rompe barreras".

Marisela Chelly Cantú, gimnasta en Beiji

Otra clave para entender su diferencia está en los escenarios políticos en los que alcanzaron la gloria. El desarrollo de Nadia –explica Esteva– estuvo profundamente influenciado por el contexto político de la Rumanía comunista y lo que el deporte representaba para el régimen; Simone nació en un entorno distinto pero cargado de la abrumadora –y exigente– presión mediática y de los patrocinadores.

A pesar de las distancias, a ambas las une su legado: Nadia encarnó el ideal inquebrantable de una infancia convertida en máquina de precisión; Simone, el acto radical de decir “no” en un sistema que premia el dolor y castiga la vulnerabilidad.

Simone Biles es la gimnasta más condecorada de la historia, con 30 medallas en Campeonatos Mundiales y 11 medallas olímpicas.
Simone Biles es la gimnasta más condecorada de la historia, con 30 medallas en Campeonatos Mundiales y 11 medallas olímpicas. / Sports Illustrated México

“Ambas pasaron de ser gimnastas a artistas, a seguir existiendo en la historia como leyendas. Es quizás ocioso compararlas, lo correcto es admirarlas como las grandes figuras que fueron, son y seguirán siendo”, concluye García.

“Son extraordinarias, aunque me inclino y me siento más identificada con la manera de hacer gimnasia de Nadia. Esa elegancia clásica y efímera".

Elsa García, gimnasta en Londres 2012

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Alejandra González Centeno
ALEJANDRA GONZÁLEZ CENTENO

Reportera y creadora de contenido en Sports Illustrated México.